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Las consecuencias políticas del 'caso Gürtel'

Costa sigue ejerciendo como secretario general de Camps

Despacha en la sede del partido y viaja en coche oficial

Ricardo Costa sigue ejerciendo como secretario general del PP de la Comunidad Valenciana salvo a efectos públicos. "El cese temporal supone que no da ruedas de prensa ni participa en actos electorales", aclaró ayer su jefa de prensa. Pero nada más. Costa despachó ayer por la mañana en la sede del PP en Valencia, en la calle Quart. Poco antes de las dos de la tarde, su teórico sucesor César Augusto Asencio, responsable de "la coordinación del partido" mientras la gestión de Costa sea objeto de investigación por parte de la cúpula nacional del PP, abandonó la sede a pie en compañía de Rafael Maluenda, cuyo nombramiento como portavoz del grupo parlamentario del PP en el Parlamento autónomo fue publicado ayer en el Boletín Oficial de las Cortes Valencianas. Cinco minutos después, salió de la sede David Serra, vicesecretario de Organización. ¿Sigue ejerciendo Costa? "En boca cerrada no entran moscas", concedió enigmático Serra.

Su "cese temporal" consiste en que no protagonizará actos ni ruedas de prensa
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Otros cinco minutos más tarde, era el propio Costa el que salía de la sede del partido acompañado por Yolanda García. La tesorera del PP de la comunidad le acompañó hasta el coche oficial que las Cortes Valencianas ponen a disposición del Grupo Parlamentario Popular y le despidió. Costa partió en el coche oficial acompañado por su chófer y su escolta, y acudió con ellos al gimnasio a las 15.00.

María Dolores de Cospedal, número dos de Mariano Rajoy, reclamó hace semanas la cabeza de Costa para intentar aplacar la presión sobre el partido a raíz de la difusión del sumario del caso Gürtel.

La inacción de Francisco Camps, presidente de la Generalitat y del PP de la Comunidad Valenciana, resultaba exasperante frente a las decisiones adoptadas por Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid y del PP madrileño, quien forzó a renunciar a todos los cargos públicos y a dejar el partido a todos los diputados autonómicos y cargos municipales salpicados por el escándalo de corrupción vinculado al PP.

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El martes pasado, el Comité Ejecutivo Regional del PP valenciano se reunió de urgencia para dar una respuesta a Génova. Y Camps optó por engañar a Mariano Rajoy.

El órgano de dirección del partido en la Comunidad Valenciana aprobó por asentimiento que Costa sería temporalmente apartado del cargo cuando el PP nacional anunciara una comisión de investigación sobre su gestión. Tanto como aceptar que había algo que investigar en la Comunidad Valenciana.

La guerra de comunicados contradictorios que se emitieron esa noche desde las sedes de Génova y Quart provocó la más absoluta confusión.

A primera hora del miércoles, Cospedal montó en cólera y declaró la destitución de Costa. Camps se desplazó a las Cortes y comunicó a su número dos en presencia de los diputados autonómicos que pudieron apiñarse en su pequeño despacho que quedaba relevado del cargo de portavoz parlamentario.

Minutos después, un comunicado del PP valenciano convertía a Asencio en responsable de "la coordinación del partido" mientras Costa quedaba formalmente apartado del cargo de secretario general porque había sido llamado a declarar por el comité de garantías del partido, cita que se asimiló a una investigación en toda regla. Sin embargo, aún no hay fecha para esa cita.

El hecho es que Costa sigue ejerciendo porque el comité ejecutivo regional, el órgano que le nombró secretario general, nunca acordó su relevo. ¿Por qué? Porque Costa contaba el martes pasado con el respaldo de 44 de los 62 miembros del comité en cuestión, según un alto cargo del Consell. La misma fuente estima que los diputados nacionales Esteban González Pons y Federico Trillo, valedores de las tesis de Cospedal, habrían sumado "una decena de votos".

Ricardo Costa entra en su coche oficial, el pasado día 7.
Ricardo Costa entra en su coche oficial, el pasado día 7.CARLES FRANCESC

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