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Defensa acelera para aprobar este viernes el refuerzo para Afganistán

El Gobierno pretende evitar dos debates sucesivos en el Congreso sobre el conflicto

Miguel González

El Gobierno trabaja a todo gas para aprobar en los próximos días, si es posible este mismo viernes, el refuerzo de las tropas permanentes en Afganistán, que rondará los 200 efectivos. El objetivo es que la comparecencia ante la Comisión de Defensa del Congreso que ha pedido la ministra Carme Chacón, para dar cuenta de los últimos combates en los que se han visto envueltos soldados españoles, sirva también para aprobar un aumento que elevará hasta un millar la cifra global de militares, sin contar los desplegados con carácter temporal.

Para que sea posible acumular ambas peticiones y evitar dos debates sucesivos sobre el mismo conflicto, el Gobierno debe remitir en breve al Parlamento la solicitud de incremento de tropas. El mecanismo establecido por la ley Orgánica de la Defensa Nacional de 2005 obliga a que cada refuerzo pase dos veces por la mesa del Consejo de Ministros: antes y después de la aprobación parlamentaria. El Gobierno sabe que el PP no puede negar su apoyo a una medida cuyo objetivo es mejorar la seguridad de las tropas, pero tampoco perderá la ocasión de intentar desgastar al Ejecutivo con la participación en un conflicto cada vez más impopular.

El envío se hará coincidir con el regreso en octubre del batallón electoral

El Ministerio de Defensa está realizando los últimos ajustes sobre la composición del refuerzo. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, confirmó el pasado sábado, en declaraciones a Onda Cero, que serán "en torno a dos centenares" de soldados, como adelantó EL PAÍS. Fuentes gubernamentales señalaron que se trabaja en una cifra de entre 200 y 250, a sumar a los 780 que ya hay fijos. En todo caso el objetivo del aumento será reforzar el Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) de Qal-i-Naw, bajo responsabilidad española, con un Grupo Táctico; es decir, una compañía de Infantería reforzada con equipos de desactivación de explosivos, controladores aéreos tácticos, etcétera. Entre los 250 militares españoles desplegados en la provincia de Badghis hay varias secciones de Infantería, pero éstas deben hacerse cargo de la vigilancia del PRT, de la nueva base en construcción y del aeropuerto, por lo que carecen de medios suficientes para moverse con seguridad fuera de la capital.

El aumento se quiere hacer coincidir con el regreso del batallón electoral integrado por 450 efectivos enviado a Afganistán con motivo de los comicios del pasado 20 de agosto. Si los resultados definitivos, que se esperan para el 21 de septiembre, dan al presidente Hamid Karzai más de la mitad de los votos y no hace falta celebrar una segunda vuelta, para alivio de los países de la OTAN. El batallón aportado por el Mando de Canarias regresará a lo largo de octubre, pero la compañía desplegada en Qal-i-Naw esperará hasta la llegada del nuevo refuerzo que, como el resto del relevo, procederá la Jefatura de Tropas de Montaña, con base en Jaca (Huesca).

A lo largo de la última semana se han multiplicado los ataques contra soldados españoles, sin daños personales en sus filas. El miércoles, un sargento resultó herido leve por el rebote de un proyectil mientras patrullaba el estratégico paso de montaña de Sabzak, que une la provincia de Badghis con la de Herat. En la misma zona, 13 insurgentes murieron el jueves, tras más de cinco horas de combate con una compañía española, que recibió apoyo de helicópteros de ataque italianos. El viernes, varios proyectiles de 107 milímetros de fabricación china, aunque sin carga, impactaron en las proximidades de la nueva base de Qal-i-Naw. Y el sábado un cabo primero de Infantería de Marina resultó herido leve por un proyectil en un gemelo cuando acompaña a la policía afgana en Sangha Tesh, al norte de Qal-i-Naw.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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