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Defensa afirma que el helicóptero de Haití estaba "en perfecto estado"

El ministerio intentará repatriar hoy los cuatro cadáveres

Amaneció ayer en Haití y militares españoles y efectivos de la Guardia Civil continuaron una dolorosa labor: rescatar los cuerpos de los cuatro militares que perdieron la vida el viernes al estrellarse el helicóptero en el que transportaban material logístico.

Casi al mismo tiempo que el sol salía en el país caribeño, el general Jaime Domínguez Buj, comandante del mando de operaciones, ofrecía una rueda de prensa en Madrid. Fue tajante: el helicóptero que se precipitó en la ladera de una montaña estaba "en perfecto estado". El aparato se encontraba "en condiciones para volar", puesto que había pasado las revisiones pertinentes por el "equipo de profesionales que los mantienen a bordo del buque Castilla". Remarcó que a bordo cuentan con "todos los repuestos necesarios" para el mantenimiento de los aparatos. De esta manera, confirmaba que la primera hipótesis del accidente apunta a la "escasa visibilidad" por culpa de la niebla.

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El general confirmó el nombre de los fallecidos: Luis Fernando Torija Sagospe, comandante de Intendencia, de 44 años, natural de Madrid, casado y con dos hijos; Francisco Forne Calderón, teniente de Infantería de Marina, de 37 años, natural de Barcelona, casado y con tres hijos; Manuel Dormido Garrosa, alférez de navío, de 35 años, natural de Valencia, casado y con un hijo, y Eusebio Villatoro Costa, cabo mayor de Infantería de Marina, de 41 años, natural de Cádiz, casado y sin hijos.

A las 22.30 del viernes le confirmaban a Domínguez la fatal noticia: cuatro bajas en una misión humanitaria. De inmediato partía un avión militar hacia el país devastado por un terremoto, en el que viajaban técnicos y juristas del Ejército que se encargarán de identificar los cadáveres y de analizar los restos del aparato para certificar las causas del accidente. Domínguez confirmó ante la prensa la dificultad que impone el terreno donde se precipitó el aparato para que los compañeros de los fallecidos puedan recuperar sus cuerpos.

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Precisamente del fruto de esos afanosos trabajos de rescate depende que Defensa pueda cumplir con el guión que tiene previsto. A las dos de la madrugada de hoy partía hacia Haití otro vuelo en el que viajaba la ministra de Defensa, Carme Chacón. Ayer continuaban las labores para recuperar los cuerpos y su posterior identificación a bordo del Castilla, donde, según fuentes ministeriales, se cuenta con todo el material necesario para llevarla a cabo. Una vez que se determine sin error la identidad de los cuerpos, en el buque se rendirá homenaje a los cuatro militares en una "sencilla ceremonia" y los féretros serán embarcados en otro aparato, que volará directamente a la base naval de Rota, donde se espera que aterrice esta noche. Mañana, lunes, está previsto que se celebren los funerales por los fallecidos.

El buque Castilla se desplazó hasta Haití tras el seísmo del 12 de enero. El contingente español cuenta con 450 militares bajo el mando del capitán de navío Francisco Pañuelas. Los militares españoles, desplegados en Petit Goave, a 70 kilómetros de la capital, Puerto Príncipe, llevan a cabo desde el pasado 4 de febrero labores de reconstrucción y ayuda. "Han prestado atención médica a 6.000 personas, suministrado 20.000 vacunas y más de 500.000 litros de agua potable y han retirado hasta el momento más de 6.000 metros cúbicos de escombros", fue el listado que ofreció el general Domínguez como reconocimiento a los cuatro fallecidos.

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