_
_
_
_
_
Análisis:La nueva financiación autonómica
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Demografía y galimatías

Alejandro Bolaños

El dinero todo lo soluciona. Al menos, en la financiación autonómica. Porque el modelo que presentó ayer la vicepresidenta económica, Elena Salgado, no es muy distinto al que divulgó hace varios meses ya su predecesor en el cargo, Pedro Solbes. Lo que sí ha cambiado es la cantidad adicional que el Gobierno pondrá. Solbes se debatía entre 6.000 y 7.000 millones de euros más; Salgado ha tenido que llegar a los 11.100 millones para evitar que el último compromiso de José Luis Rodríguez Zapatero, cerrar las negociaciones el 15 de julio, acabara otra vez en agua de borrajas.

Es un sacrificio importante para las arcas de la Administración central, que tienen que soportar en solitario el vertiginoso aumento de las prestaciones por desempleo. Pero es también el atajo más corto para solventar una tara descomunal del sistema vigente. Como destacó Salgado, a efectos de la financiación autonómica la población de las 15 comunidades incluidas en el sistema seguía siendo de 37,4 millones de habitantes, cuando la realidad de los censos dice que ronda los 44 millones.

Más información
El pacto territorial mitiga la soledad parlamentaria del Gobierno de Zapatero

La vicepresidenta, poco dada a las exageraciones, se permitió una: "Si todos los habitantes de una comunidad se trasladaran a otra, eso en el sistema actual no se notaría". La mayor parte de los 11.000 millones adicionales que pone el nuevo modelo compensarán a las comunidades por esos casi siete millones de personas desaparecidas a las que los Gobiernos autónomos sí han tenido que pagar el colegio y el médico, como a cualquier hijo de vecina.

Si la lógica de buena parte de los 11.000 millones es garantizar la prestación de servicios públicos a la población real, es coherente que a Asturias (796 personas sin reconocer en el sistema actual) le toque mucho menos que a Cataluña (1,2 millones de habitantes desaparecidos). Otra cosa es el disparatado camino que propuso ayer Salgado para seguir la pista al dinero. Viene a ser el siguiente: Nosotros (Ministerio de Economía) les hemos contado a ellas (comunidades autónomas) cuánto dinero les toca, para que ellas se lo cuenten a ustedes (prensa). Pero cuando ustedes quieran verificar lo que ellas dicen que le hemos dicho, nosotros ni "confirmaremos ni desmentiremos", en palabras de Salgado. Como es fácil observar, el resultado es un galimatías (nada inocente, se trata de evitar un juicio público sobre quién gana y quién pierde) en el que cada comunidad puede contar las cosas a su manera. Como ocurrió ayer y ocurrirá los próximos días.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_