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Desarticulada en Castellón una red que organizaba matrimonios de conveniencia por 10.000 euros

Los 21 detenidos han preparado más de 400 enlaces entre españoles y nigerianos para que éstos obtuvieran la residencia

La Policía Nacional ha desarticulado en Castellón una organización dedicada organizar matrimonios de conveniencia entre españoles y extranjeros, procedentes en su mayoría de Nigeria, con el fin de que éstos obtuvieran una autorización de residencia en España. Los 21 detenidos cobraban unos 10.000 euros a los inmigrantes ilegales por gestionar los llamados matrimonios blancos. Los investigadores estiman que esta red habría celebrado más de 400 enlaces de este tipo desde 1.999, muchos de ellos sin la autorización ni conocimiento del supuesto contrayente español a quien usurpaban su identidad.

Los arrestados, cinco de nacionalidad nigeriana y 16 españoles, entre ellos dos jóvenes menores de edad, están acusados, según los casos, de delitos de asociación ilícita, usurpación del estado civil, favorecimiento de la inmigración ilegal, falsedad documental y bigamia.

La red captaba a españoles dispuestos a casarse con individuos de nacionalidad nigeriana, en situación irregular, a cambio de una compensación económica que oscilaba entre los 2.500 y 3.000 euros. El cabecilla del grupo se encargaba de conseguir la documentación necesaria para formalizar los enlaces. De los 10.000 euros que los inmigrantes pagaban por la gestión, la red se quedaba con unos 7.000 euros y el resto era para el contrayente español que recibía por adelantado 500 euros.

Los miembros de la organización acompañaban a los ciudadanos españoles en los trámites necesarios para conseguir la documentación, tanto en el Registro Civil como en las distintas parroquias donde debían expedirles las partidas de bautismo. El jefe de la banda era también el encargado de falsificar todos aquellos documentos que no fueran obtenidos por los contrayentes españoles o por los ciudadanos nigerianos.

Preparativos del enlace

La organización localizaba también las iglesias en las que el control de la documentación exigida para casarse fuera menor y, una vez seleccionadas, acompañaba a los contrayentes españoles a su primera entrevista con el párroco. Justo antes de ese primer encuentro, la pareja mantenía un breve encuentro para acordar sus respuestas. Los supuestos novios solicitaban al párroco la fecha más próxima posible para la celebración del matrimonio. El propio cabecilla de la red y otro miembro de la organización, de nacionalidad española, asistían como testigos del enlace e, incluso, otras personas hacían las veces de amigos o invitados.

La organización habría celebrado este tipo de matrimonios en Castellón, Valencia, Alicante, Zaragoza, Teruel, Tarragona, Barcelona, Madrid, Cuenca, Guadalajara, Zamora, Almería y Murcia.

La operación ha sido llevada a cabo por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Comisaría Provincial de Castellón, y ha contado con la colaboración de los obispados de Tortosa y Fegorbe-Castellón.

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