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Desarticulada una banda que vendía coches de gama alta robados

En un operativo los Mossos han detenido a 15 personas, acusadas de delitos como asociación ilícita, robo continuado y hurto de uso de vehículo

Los Mossos d'Esquadra han detenido hoy a 15 personas de una banda que se dedicaba a vender vendía coches de gama alta robados en Barcelona y la comarca de la Anoia, en el marco de la llamada operación Bretaña. Los arrestados están acusados de delitos de asociación ilícita, robo continuado, hurto de uso de vehículo, falsedad documental, receptación y contra la salud pública. La banda compraba en los desguaces vehículos de lujo que habían sufrido un siniestro grave y que estaban a punto de ser desmontados. Después robaban un coche idéntico, pero nuevo, en un concesionario mediante la técnica del 'alunizaje' (estrellar un vehículo contra el establecimiento). Entonces, desmontaban el coche nuevo, le ponían las piezas y las etiquetas identificativas del vehículo antiguo y volvían a vender el coche, como si fuera de segunda mano. Los robos se producían en diferentes municipios catalanes, pero el montaje de los vehículos se hacía en una nave industrial de Igualada y en un local y un aparcamiento de Vilanova del Camí.

Todo este proceso era posible ya que la banda aprovechaba el hecho que el vehículo siniestrado todavía poseía toda la documentación en vigor y no se había dado de baja en tráfico. Así que los ladrones tan sólo hacían un cambio de nombre cuando tenían el comprador y el coche volvía a circular con una apariencia normal.

El negocio era redondo y muy lucrativo, ya que por unos 1.500 euros adquirían el vehículo siniestrado, mientras que el coche remontado lo podían vender por unos 50 o 60 mil euros. La policía calcula que en los últimos dos años la banda puede haber vendido más de un centenar de coches. Xavier Cors, jefe de la unidad de robos de los Mossos, ha reconocido que la trama era "casi perfecta" y la "gran pericia" de la banda dificultaba que los agentes pudieran detectar que el vehículo tenía piezas robadas. "Pero siempre se comete un error", apunta el agente. Y en este caso los Mossos habían detectado un bastidor con el número borrado o que no habían eliminado alguno de los elementos identificativos originales del vehículo.

Los Mossos también han detectado una actividad secundaria de la banda, relacionada con el tráfico de drogas. Los ladrones vendían estos coches trucados a traficantes de drogas, pero éstos no sabían que les habían colocado en el vehículo un dispositivo de GPS escondido. Esto permitía a los ladrones tener localizado el coche y robar la droga a los traficantes. La operación policial se inició el verano pasado, a raíz de un aumento de los robos de vehículos mediante la técnica del alunizaje. Entonces, los agentes encontraron una nave industrial en Igualada con diferentes vehículos robados e identificaron varias personas que ya tenían con antecedentes de robo de coches.

De ellas, 10 han ingresado en prisión provisional, 4 han quedado en libertad con cargos y a la última se le han retirado las acusaciones, debido a su avanzada edad. Entre los detenidos se encuentran dos hermanos, que la policía considera los cabecillas de la banda. Los agentes también han incautado 65.500 euros, 7 quilos de hachís y 15 aparatos GPS.

En el marco de la operación, los Mossos registraron 11 domicilios, 4 empresas y 2 talleres mecánicos de diferentes localidades de la comarca de la Anoia (Vilanova del Camí, Igualada, La Torre de Claramunt, La Pobla de Claramunt, Capellades, Santa Maria de Miralles) y de Barcelona. Los Mossos da la banda por desarticulada, pero la investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.

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