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Detenidas 125 personas en España y otros países europeos por clonar miles de tarjeta de crédito

Entre los arrestados hay cinco empleados de joyerías que estaban compinchados con los delincuentes

Un total de 125 personas han sido detenidas por el Cuerpo nacional de Policía en una operación desarrollada en varias provincias españolas y en seis países de la UE, que ha culminado con la desarticulación de una banda rumana especializada en la clonación de tarjetas de crédito mediante la instalación de microcámaras en cajeros automáticos bancarios o bien manipulando los datáfonos de establecimientos comerciales. El monto de lo defraudado asciende, según cálculos policiales, a unos 6 millones de euros. Entre los detenidos hay cinco joyeros o empleados de joyerías españolas que estaban compinchados con los delincuentes, según fuentes policiales.

Entre los arrestados está Adi Cretu, de 50 años, residente en Alaquás (Valencia), que dirigía todas las actividades de la banda en Europa y era el que organizaba sus operaciones. Vivía con su esposa (actualmente embarazada) y un hijo escolarizado. Pero su nivel de vida no era especialmente llamativo. Los investigadores sospechan que toda la red criminal acumulaba su patrimonio en Rumanía.

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Los detenidos operaban principalmente en la Comunidad Valenciana, Cataluña, Madrid, Canarias y Costa del Sol, así como en Italia, Alemania, Austria, Bélgica, Holanda, Reino Unido, Irlanda del Norte, República Checa y Turquía. 99 de estas personas han sido arrestadas en España y el resto en Holanda, Irlanda del Norte, república Checa, Bélgica, Autria y Turquía). Medio centenar de detenciones se han realizado en la última semana y el resto en las semanas precedentes.

El modus operandi de la banda consistía en colocar dispositivos en cajeros automáticos, como microcámaras y teclados falsos, con los que obtenían los números de tarjeta y los pin de acceso. En otras ocasiones lograban los datos manipulando los terminales bancarios desde los que se cobraba a los clientes en joyerías u otros comercios. Sin embargo, los delincuentes forzaban otras veces la entrada de los comercios, sustituían el datáfono por otro aparato manipulado en el que habían instalado un dispositivo electrónico que permitía memorizar los datos de las tarjetas bancarias y, más tarde, acudían a recuperarlo.

Una vez con esos datos en su poder, los estafadores fabricaban tarjetas falsas en ocho laboratorios clandestinos, registrados por la policía, y vendían el plástico a otros grupos asentadosen España y en el extranjero. Para asegurar el uso de las tarjetas robadas, la banda fabricaba también documentos de identidad falsos en tres laboratorios. Los especialistas en en el robo de numeraciones y análisis de las terminales de pago con tarjeta integraban una célula en Valencia, mientras que en Málaga residía un grupo de expertos en obtener los datos de los usuarios de los cajeros automáticos.

Agentes de la Unidad contra la Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría General de Policía Judicial ha practicado 48 registros domiciliarios en España y en los países citados. En los locales y viviendas se han encontrado seis impresoras-escáner y otra específica para el endosado de tarjetas bancarias, así como tres máquinas plastificadoras. También se han encontrado diez lectores-grabadores de tarjetas y otros aparatos que demuestran la implicación de los detenidos en el fraude, además de 800 tarjetas de crédito en blanco o ya falsificadas.

Operación Pipas

En la redada también ha participado el órgano de coordinación policial Europol, en cuya sede de La Haya se han celebrado varias reuniones entre policías europeos, lo que ha permitido disponer en tiempo real de información sobre huellas dactilares y otros datos de los sospechosos. Europol ha investigado unos 3.000 teléfonos a partir de las agendas decomisadas a los delincuentes.

El Ministerio del Interior distribuyó ayer una nota en la que hablaba de 443 detenidos por policía y Guardia Civil. En realidad, sumaba los detenidos en esta reciente operación del Cuerpo Nacional de Policía con más de 300 arrestados rumanos por la Guardia Civil en diversas operaciones desarrolladas por este cuerpo a lo largo de los últimos cuatro o cinco meses. Pero no forman una única organización, sino varias, ya que los capturados por el instituto armado se dedicaban preferentemente al robo en el interior de viviendas, naves industriales o establecimientos comerciales.

La directora del Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO), la comisaria María Marcos, explicó que esos 443 detenidos se engloban en la Operación Pipas, resultante del análisis de la información recibida en el CICO y aportada por policía, Guardia Civil y Fuerzas de Seguridad de otros países. Junto con Marcos comparecieron el comisario general de Policía Judicial, Juan Antonio González, y el general Francisco Rico, jefe de Policía Judicial de la Guardia Civil.

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