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Detenidos por fraude el asesor fiscal de Correa y su socio en la visita papal

Están acusados de defraudar 3,2 millones mediante contrabando en Galicia

José Luis Martínez Parra, dueño de Teconsa; y José Ramón Blanco Balín, ex vicepresidente de Repsol, fueron detenidos esta semana en Madrid en una operación de la Agencia Tributaria contra el fraude fiscal. Ambos están implicados presuntamente en el caso Gürtel, aunque esta redada no está relacionada con la trama corrupta.

Según la investigación judicial del caso Gürtel, Martínez Parra se asoció presuntamente con el cerebro de la red corrupta, Francisco Correa, para hacerse con un contrato multimillonario de la televisión pública valenciana durante la visita del Papa a la ciudad mediterránea. Blanco Balín, por su parte, montó sociedades en el extranjero con las que Correa blanqueaba dinero de sus actividades ilícitas en España, según el sumario del caso.

Martínez Parra y Blanco Balín eran parte de la red de Francisco Correa

En la operación policial de esta semana también fueron arrestados otro directivo, Juan Jesús Pérez Sanmarco, y un operario de la presunta trama de contrabando, Fernando Fernández Fernández, según han informado fuentes de la investigación. Los cuatro detenidos quedaron en libertad con cargos tras declarar en el Juzgado de Instrucción número tres de Ferrol, que instruye la causa bajo secreto sumarial.

La supuesta red de contrabando escamoteó a Hacienda entre 2008 y 2009 más de 3,2 millones de euros, importando material de construcción a través de una cementera sin abonar los correspondientes impuestos y aranceles.

Introducía presuntamente en España miles de toneladas de clínker -un componente del cemento- desde China a través del puerto de Ferrol, saltándose sistemáticamente la aduana y usando como pantalla a la firma Gallega de Molienda Clínker, SL.

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Esta cementera, presidida por Blanco Balín, pertenece al grupo de José Martínez Núñez. La mercancía se almacenaba temporalmente en una nave industrial en la dársena de Caneliñas, que funcionaba como un depósito aduanero privado, libre de impuestos hasta que se introdujese en el mercado. Aprovechando el trasiego de las obras de ampliación de la rada, la trama esquivó los controles y trasladó el material fuera de allí en camiones.

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