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División política en Barcelona por unos 'okupas'

Un colectivo alternativo se atrinchera en unas naves y enfrenta a los partidos del gobierno local

Blanca Cia

La okupación de la antigua colonia industrial de Can Ricart, en el distrito de Poblenou (Barcelona), por más de un centenar de artistas alternativos del mundo del circo -que ya habían sido desalojados antes de otra nave- ha abierto una brecha en el tripartito del Ayuntamiento de Barcelona. El alcalde socialista, Jordi Hereu, y Jordi Portabella, de Esquerra Republicana de Catalunya, dicen que bajo presión no se negocia nada. En cambio, Iniciativa per Catalunya Verds está a favor de buscar un acuerdo. Mientras, los okupas se pertrechan y acondicionan las naves industriales.

El colectivo de La Makabra está integrado en su mayoría por artistas alternativos del mundo del circo y de espectáculos de calle. Hace años que habían ocupado una nave que algunos la utilizaban como vivienda y otros para ensayar. El pasado 20 de noviembre fueron desalojados por orden judicial de aquel emplazamiento y el sábado organizaron una concentración cerca de esa nave que acabó con la okupación de lo que fue la antigua colonia industrial de Can Ricart, también en Poblenou.

Hoy, Can Ricart no tiene actividad tras la marcha de los últimos talleres. Hace dos semanas, el consistorio dio el visto bueno al segundo planeamiento urbanístico del conjunto. El primero fue modificado por la presión vecinal y de diferentes plataformas que exigían la conservación de un espacio industrial centenario, sostenían, de lo que fue el llamado manchester catalán. La tesis más conservacionista no prosperó y el Consistorio acabó protegiendo más elementos.

Una circunstancia bien conocida por los que convocaron la manifestación del sábado que tuvo la peculiariadad de que fue controlada por los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana. Agentes que vieron cómo el centenar largo de okupas entraban en las naves no hicieron nada porque, alegaron los mossos, se encontraron con que en el recinto había un grupo de personas, informa Jesús García.

Se trataba de vecinos del entorno que estaban celebrando, con la autorización del propietario, el marqués de Santa Isabel, una jornada de debate -la convocatoria era de algo parecido a un aperitivo- sobre Can Ricart. Así, cuando los manifestantes llegaron, los vecinos les invitaron a entrar, según la policía autonómica. Por eso, los mossos se quedaron fuera.

Cuando la propiedad tuvo conocimiento de que en el recinto había un centenar de okupas acudió al juzgado de guardia para obtener la orden de desalojo urgente. No tuvo éxito y a los okupantes se les unieron más. Ahora se ha abierto un compás de espera de lo que pueda decidir la justicia respecto a la okupación, paréntesis que aprovecharon los encerrados para acondicionar algo las naves.

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Pero, mientras la actividad era frenética en Can Ricart, la polémica se desataba en el Ayuntamiento de Barcelona.Tanto el alcalde, Jordi Hereu, como el líder de los republicanos, Jordi Portabella, se opusieron a negociar nada con el colectivo mientras persista el encierro. En principio, el motivo de la manifestación del colectivo La Makabra era lograr un emplazamiento alternativo para desarrollar su actividad. Pero el tercer socio en el Ayuntamiento, Iniativa per Catalunya Verds (ICV-EUiA) se desmarcó ayer: "Se puede empezar a negociar con los okupas ahora, no hace falta poner como condición que salgan de Can Ricart", dijo el portavoz municipal, Ricard Gomá. Así se evidenciaron las divisiones en el equipo de gobierno municipal. Gomá abundó en que las posturas de fuerza son "habituales" en la negociación de los convenios colectivos y añadió que la formación ecosocialista será activa en ese proceso negociador con los okupas.

Lo que no quiso valorar fue en la actuación de los mossos, un cuerpo dirigido por el también ecosocialista Joan Saura, compañero de la presidenta del grupo municipal, Imma Mayol, que en esta crisis se ha mantenido al margen, al contrario que en otros episodios de okupasn en los que se ha manifestado públicamente.

La actuación policial ha sido blanco de críticas en esta actuación. "¿Cómo se puede entender que los agentes controlen la manifestación y que permitan que entren en una propiedad? ¿Dónde se ha visto algo igual? ¿Hubieran actuado así si se hubiese tratado de un edificio público?". Son preguntas que lanzó ayer el presidente del grupo municipal de CiU, Xavier Trias, que calificó la actuación policial de un "auténtico escándalo". Trias considera que el consistorio actúa mal al no facilitar otras soluciones a colectivos de artistas alternativos que están siendo expulsados de las naves que han ocupado hasta ahora, pero considera que no se puede negociar nada con una medida de fuerza como la okupación. Parecida postura mantuvo el PP en el consistorio.

Un estudio de la Generalitat refleja que, al preguntar a los ciudadanos cuáles son los principales problemas de Cataluña, éstos citan la inmigración, el acceso a la vivienda, el paro y la insatisfacción con la política. Pero al preguntarles cuál de éstos es el gran probelma de Cataluña, un 21% apunta a la vivienda y un 17,8% a la inmigración.

Algunos miembros del colectivo La Makabra, en las naves <i>okupadas</i> de Can Ricart.
Algunos miembros del colectivo La Makabra, en las naves okupadas de Can Ricart.JORDI ROVIRALTA

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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