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Las consecuencias del 9-M

Dudas sobre los titulares de Fomento, Justicia e Industria

Jáuregui, Vegara y López Aguilar se perfilan al alza

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y sus colaboradores más inmediatos guardan hermético silencio sobre la estructura del nuevo Ejecutivo y los ministros que lo integrarán. No obstante, los movimientos y las listas ya circulan entre los socialistas. Zapatero, que se ha retirado a Doñana para meditar la composición del nuevo Gobierno, sólo ha desvelado, hasta el momento, que mantendrá las dos vicepresidencias y sus titulares, María Teresa Fernández de la Vega, en el área política, y Pedro Solbes, en la económica.

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A partir de ahí, en medios socialistas se apunta que Fernández de la Vega que, además de vicepresidenta, es ministra de la Presidencia y portavoz del Gobierno, podría ceder competencias. Ella estaría de acuerdo en ceder funciones al Ministerio de Presidencia pero, al parecer, querría mantener la portavocía. Amplios sectores del PSOE estiman que la práctica de la legislatura demuestra la incompatibilidad entre la Vicepresidencia y la Portavocía, de tal modo que sólo ha podido ejercerla tras el Consejo de Ministros. Por tanto, habría un portavoz del Gobierno.

Además de este posible desdoblamiento, Zapatero ha anunciado ciertos cambios en la estructura del Gobierno. "Se trata de afrontar grandes áreas temáticas de manera más eficaz en lo que tiene que ver con la empresa, la innovación y el desarrollo, con la relación con las comunidades autónomas y con la política migratoria".

Algunos interpretan que creará un Ministerio de Investigación y Desarrollo y que podría hacerlo también con la Inmigración. Como titular del primero, en medios gubernamentales se apunta hacia Miguel Sebastián, ex jefe de la Oficina Económica de Moncloa y ex candidato socialista a la alcaldía de Madrid, con quien Zapatero tiene una deuda política.

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Las mismas fuentes añaden que el presidente no tiene especial necesidad de hacer un cambio radical porque está satisfecho con la mayoría de los miembros del gabinete. Así ocurre con Alfredo Pérez Rubalcaba, en Interior; Cristina Narbona, en Medio Ambiente; Elena Espinosa, en Agricultura; Mercedes Cabrera, en Educación, y José Antonio Alonso en Defensa. Alonso también es citado para un posible cambio de misión. Estos interlocutores considerarían extraño que el presidente prescindiera de los ministros que nombró el pasado mes de julio, como la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado; de Cultura, César Antonio Molina, y el de Sanidad, Bernat Soria.

Hay coincidencia entre los socialistas en que dejarán el Gobierno el ministro de Industria, Joan Clos, y la de Fomento, Magdalena Álvarez. No obstante, el presidente ha defendido a Álvarez a quien valora por su ingente y ardua labor. Nadie sabe lo que el presidente opiona sobre el titular de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, aunque en círculos socialistas se ha abierto el interrogante sobre si es la persona adecuada para una etapa en la que se pretende más diálogo con el PP para reformas de Estado. Sobre la permanencia del titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, parece que no hay dudas, así como de su equipo. Sí las hay sobre la entrada en el Gobierno de Juan Fernando López Aguilar, aunque Zapatero cuenta con él para la política nacional.

Sin emplazamiento fijo se cita los nombres del portavoz parlamentario, Diego López Garrido, y del portavoz constitucional, Ramón Jáuregui. Los socialistas vascos apoyan su presencia en el Gobierno así como la continuidad en la presidencia del Senado de Javier Rojo.

El PSC también pugna por aumentar su influencia. La previsible salida de Clos de Industria podría suponer la entrada de David Vegara, diputado del PSC y secretario de Estado de Hacienda. Carme Chacón, cabeza de lista por Barcelona y ministra de Vivienda, podría aspirar a un ministerio de más peso político.

La UGT también pretende jugar la carta de su influencia en el Gobierno en temas muy importantes esta legislatura, como el empleo o la reducción de la temporalidad. Para ello, los socialistas apuntan a Valeriano Gómez, ex secretario de Empleo.

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