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Duran abronca a cuadros de Unió que rechazan entrar en el Gobierno

Los jóvenes de UDC se niegan a colaborar con una "España opresora"

Miquel Noguer

El presidente del comité de gobierno de Unió Democràtica de Catalunya, Josep Antoni Duran, dio ayer un puñetazo encima de la mesa durante la reunión del consejo nacional de su partido, harto de que sus críticos en la formación expongan públicamente sus discrepancias internas. La gota que colmó el vaso fue la feroz crítica que ayer mismo lanzó durante el consejo la presidenta de las juventudes de Unió, Assumpció Laïlla. Ésta rechazó abiertamente la idea de Duran de integrar el nacionalismo catalán en el Gobierno central tras las próximas elecciones generales. "Los jóvenes de Unió no queremos entrar en el Gobierno de una España opresora", dijo en voz alta Laïlla en una intervención que, según fuentes de la dirección de Unió, provocó una airada reacción del líder democristiano y número dos de la federación Convergència i Unió.

Las críticas hacia Duran, tanto en Unió como sobre todo en Convergència, se han multiplicado desde que el pasado diciembre el líder democristiano publicara en EL PAÍS un extenso artículo en el que defendía la entrada de ministros de la federación de CiU en el Ejecutivo central. Y Duran no está dispuesto a que las críticas continúen asomando en público.

Por este motivo, el líder democristiano ya dijo ayer, tras las palabras de Laïlla, que no pensaba quedarse callado y que se disponía a hablar muy claro. "Hoy no seré responsable. Siempre soy moderado en mis intervenciones pero hoy no lo voy a ser. Siempre me tengo que callar y hoy no lo haré". Dicho esto reprendió duramente a la representante de los jóvenes de Unió, a quien recordó que su partido no está por derivas independentistas y que los democristianos no aspiran a ser "como Esquerra Republicana". Dijo también que en su labor como presidente de la comisión de Exteriores del Congreso se presenta en sus viajes como "español" y dio a entender, por lo tanto, que el independentismo no tiene cabida en su discurso.

También respondía, así, a las críticas expresadas por algunos de sus socios de Convergència Demo-cràtica, quienes le reprochan haber abierto el debate sobre la entrada en el Gobierno en un momento poco adecuado.

Pero la regañina de Duran no acabó aquí. Tras reprender a Laïlla, el dirigente democristiano se dirigió con similar dureza a otro miembro del Consejo Nacional, el recientemente dimitido vicesecretario de la ejecutiva, Daniel Ortiz. Éste manifestó la semana pasada que abandonaba su cargo por "una falta de identificación creciente con el funcionamiento del partido". Duran le reprochó haber aireado en los medios las discrepancias internas, lo que en su opinión puede dar de Unió la imagen de un partido "en crisis", sobre todo después de haberse quedado en la oposición pese a que CiU fue la primera fuerza en votos y en escaños las elecciones catalanas.

La cólera del líder democristiano catalán también alcanzó al diputado Carles Puigdomènech, líder de la corriente interna El Matí, que recientemente ha cuestionado en público la idea, en este caso del presidente de CiU, Artur Mas, de convertir la federación en la "casa común del catalanismo". Duran se dirigió a Puigdomènech con términos similares a los empleados con los otros dirigentes críticos. Según otro dirigente del partido, "les dejó planchados".

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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