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El traslado de Eguiagaray a Murcia causa sorpresa en Euskadi

Las fuerzas políticas del País Vasco han recibido con sorpresa el nombramiento de Juan Manuel Eguiagaray, hasta ahora vicesecretario general de los socialistas vascos, como delegado del Gobierno en Murcia y su apartamiento de la actividad política en Euskadi. Los políticos consultados afirman no encontrar explicación para este traslado, calificado en algún caso de "insólito", e insinúan la existencia de razones desconocidas.

Eguiagaray goza de la máxima confianza de la cúpula del PSOE y sus criterios sobre el País Vasco son atendidos en la Moncloa, sede de la Presidencia del Gobierno. En algunas ocasiones, su personalidad se ha identificado con el perfil biográfico y político buscado por sectores de la ejecutiva del PSOE para sustituir a responsables marcadamente policiales en el diálogo con representantes de la organización terrorista ETA.

La decisión de abandonar la política en Euskadi, a poco más de tres meses de su reelección en el quinto congreso del PSE-PSOE, se debe a razones personales, según ha declarado, y al deseo de encontrar otras expectativas políticas. Fuentes del PSE señalan que fue el propio Eguiagaray quien pidió al ministro del Interior, José Luis Corcuera, su nombramiento en la Comunidad de Murcia y rechazó un cargo de alta responsabilidad que se le ofrecía en un ministerio.

Rodeado de secreto

El nombramiento del nuevo delegado del Gobierno en Murcia ha estado rodeado del máximo secreto. Portavoces del PSE lo desmintieron después de que lo anunciara hace ocho días el diario Deia, de Bilbao, y el propio Eguiagaray lo negó el domingo pasado en Santurtzi (Vizcaya) tras el funeral por José Luis Barrios, asesinado por ETA.Portavoces autorizados de los dos sectores del socialismo vasco coinciden con el propio interesado en que su alejamiento de Euskadi no ha sido motivado por ningún movimiento interno en el PSE. Su ausencia, no obstante, tendrá repercusiones en las posibilidades de entendimiento de las dos líneas enfrentadas, oficial y crítica, representadas, respectivamente, por Ramón Jáuregui y Ricardo García Damborenea.

Además de diferencias políticas, Eguiagaray y Damborenea, con quien Jáuregui intenta ahora un acuerdo que garantice la integración de los dos sectores en los órganos directivos, mantenían una completa falta de sintonía personal.

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Eguiagaray, de 42 años, profesor de Economía en Deusto, casado y con un hijo, ha sido durante los últimos tres años la pieza más importante del engranaje del aparato socialista vasco, desde su puesto de vicesecretario general de la ejecutiva de Euskadi. Las ocupaciones de Txiki Benegas en la dirección del PSOE y de Ramón Jáuregui en la Administración provocaron que su peso real fuera muy superior al teórico segundo lugar que ocupaba. Esta situación se modificó en el quinto congreso, al pasar la secretaría general de Benegas a Jáuregui.

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