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Coronel Fuentes: "Todos citábamos al general Miláns del Bosch"

El autor del 'pacto del capó' sostiene que el 23-F triunfó durante algunas horas

El teniente coronel -hoy coronel- Eduardo Fuentes Gómez de Salazar se negó a brindar por la liberación del Congreso ante el jefe del Estado Mayor del Ejército, general José Gabeiras, el 24 de febrero de 1981. Fuentes de Salazar rehusó la copa de champaña que le ofrecía Gabeiras, indicando que no podía celebrar la entrada en prisión de su amigo Ricardo Pardo Zancada, el comandante de la División Acorazada que acudió con tropas al Congreso en apoyo de Tejero.El hoy coronel Fuentes Gómez de Salazar hace un leve gesto de fastidio al recordarle su vinculación al colectivo Almendros. "Por lo visto, me creen un hombre may peligroso. Mi participación en el desalojo del Congreso me ha cortado el paso al generalato".

Fuentes rechaza responder a la mayoría de las preguntas pero acepta exponer su visión global sobre el 23-F, Militar y licenciado en derecho, el hombre que negoció el desalojo del Congreso, en la mañana del 24-F, merced al llamado pacto del capó, describe así, el ambiente que se respiraba en los cuarteles en vísperas del golpe y su opinión sobre el papel que desempeñaron los principales protagonistas: "El separatismo fue clave. Expresiones como 'Hay que hacer algo' o 'a ver cuándo el mando se decide a hacer algo' reflejaban un sentir muy general que se manifestaba en las, reuniones que se celebraban entonces".

"Deseábamos que hubiera un mando enérgico que pusiera orden. Milans -con quien le une una fuerte amistad que ha mantenido durante todos estos años- fue en parte víctima de esa situación. Todos citábamos a Milans", indica, "todo el mundo se dirigía a él: 'Mi general, antes de que se retire...'. Era el jefe nato del Ejército. Es posible que estuviera íntiniamente dolido porque había sido marginado y que se sintiera atrapado por sus propias manifestaciones. Debió de pensar: 'Tengo que ser consecuente con mis palabras".

A su juicio, Milans creía que el Rey apoyaría la operación, pero, en su opinión, ésta era una convicción viciada por sus ganas de intervenir y por lassugerencias del general Armada.

"Sin el Rey"

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Fuentes Gómez de Salazar considera que no hubo una coriexión directa entre las conspl raciones políticas previas y el golpe en sí, aunque opina que Ias primeras facilitaron lo segundo, caldearon el ambiente y no sólo en los cuarteles". Hubo un juego de equívocos, una sucesión de malentendidos en los que un elemento de algún servicio, "alguien que actuaba por sí mismo", hizo de intermediario.

Sugiere que esa persona y alguien próximo a ella habían participado en lo que se llamó la Operación De Gaulle. "Esto es: un Gobierno de concentración presidido por Armada".

"Yo creo", indica Fuentes Gómez de Salazar "que Armada lo hizo para el Rey, pero sin el Rey. Me parece que, tal y como se ha presentado, el elefante blanco no existió. En mi opinión, los implicados creyeron que ese día Armada comería en la Zarzuela, pero eso no significa que Armada lo hubiera dicho, sino, simplemente, que querían convencerse de que eso podía ocurrir. De nuevo, los equívocos y las ganas".

El hoy coronel Eduardo Fuentes compte la idea de que la última entrevista entre los elementos determinantes del operativo del 23-F se produjo dos o tres días antes del golpe, en Valencia, y piensa que Milans dudó en el último momento. "En estas situaciones el que resuelve siempre es un hombre decidido, pero", subraya, si el 23-F no hubiera existido la electricidad ambiental de aquel período hubiera estallado en otro lugar". Sostiene que, en realidad, "elgolpe triunfó, de hecho, durante la noche del 23 al 24-F".

Considera que los capitanes generales apostaron aquellas horas por la democracia y por el Rey y luego no supieron capitalizar ese paso y reclamar un mayor respeto para la institución militar. "A los altos jefes militares les entró un cierto complejo para mí inexplicable. Yo, desde luego, no estaba al tanto", puntualiza el entonces activísimo colaborador, al igual que Pardo Zancada, de la revista militar Reconquista, publicación que tuvo gran influencla en los cuarteles.

Fuentes Gómez de Salazar consiguió la rendición del comandante Pardo Zancada y del teniente coronel Tejero, por medio de una serie de condiciones que el teniente coronel Fuentes escribió, de su puño y letra, sobre unas cuartillas con el membrete de las Cortes.

Las condiciones pactadas establecían la exención de responsabilidades a los participantes en el asalto al Congreso, de tenientes para abajo, y fueron rubricadas por el general Alfonso Armada, sobre el capó de un vehículo militar. De ahí, el nombre de pacto del capó.

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