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Un sector de ETA abandona la lucha armada

ETA Político-militar VII Asamblea anuncia su disolución

A cara descubierta, aparentemente relajados y en un ambiente festivo, diez dirigentes de ETA Político-militar VII Asamblea anunciaron ayer pública y formalmente la disolución de esta organización armada y la inminente llegada a Euskadi de un grupo considerable de refugiados. Tal anuncio se hizo en el transcurso de una conferencia de Prensa, celebrada en algún lugar del sur de Francia, y a la que asistieron informadores de Prensa, radio y televisión. Sentados en torno a una mesa, donde no faltaban un discreto ramo de flores y una ikurriña, los poli-milis de la VII Asamblea leyeron un documento en el que asumen su trayectoria pasada y se comprometen a seguir luchando por sus objetivos políticos a través de métodos no violentos, en el marco de un partido de izquierda vasca, cuyo nombre no se especifica, pero que obviamente es Euskadiko Ezkerra.

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Una puerta abierta

Los históricos de ETApm afirmaron que, como resultado de las conversaciones entre Euskadiko Ezkerra y el Ministerio del Interior, la vuelta de todos los refugiados y la salida de los presos que se acojan a esta negociación deben producirse en el plazo de seis meses. Esa lista está compuesta por más de 110 personas, y la mitad, aproximadamente, son antiguos miembros de ETAm, ETApm VIII Asamblea y los Comandos Autónomos Anticapitalistas, según puso de manifiesto Juan Miguel Goiburu Mendizábal (Goiherri). Una docena de refugiados y varios presos se habrían beneficiado ya de las medidas contempladas en el acuerdo y la vuelta de los hasta ayer componentes de la VII Asamblea de ETApm tendrá lugar de forma escalonada, en razón directa de los cargos delictivos que pesan sobre ellos.Joseba Aulestia Urrutia (Zotxa), histórico dirigente de ETA, presentó uno por uno a sus compañeros disculpándose por tener que leer sus nombres. "Hasta ahora", dijo, "nos hemos conocido únicamente por el apodo". Juan Miguel Goiburu Mendizábal (Goiherri), Miren Lourdes Alkorta Santos (Argi), José María Lara Fernández (Txepe), Luis Emaldi Mitxelena (Mendi), Fernando López Castillo (Txiki), Juan María Ortuzar Solueta (Ruso), Pedro Díez de Ulzurrun (Periko), José María Zubeldi Imaz (Joxé Mari), Josu Sánchez Terradillo (Josu), nombres ampliamente conocidos en los archivos policiales a causa de sus años de militancia en ETA, integraban la mesa situada sobre un fondo en el que figuraba el anagrama de ETA y la foto de Pertur, el dirigente poli-mili desaparecido en oscuras circunstancias hace más de cinco años. La práctica totalidad de estos dirigentes ha ocupado cargos de responsabilidad en ETApm, organización en la que la mayoría ha militado desde sus inicios.

La 'ikurriña' y el retrato de 'Pertur'

Si el anagrama de ETA y la foto de Eduardo Moreno Bergareche (Pertur) recordaban anteriores conferencias de Prensa de ETApm, la ausencia de capuchas y armas, expresiones forzadas para aparentar serenidad, e incluso la falta de las mínimas medidas de clandestinidad, situaron el acto en un ambiente distendido que contrastaba abiertamente con el clima existente en los fugaces contactos que ETA ha mantenido con la Prensa. El aviso transmitido al diario francés Sud-Ouest anunciando la inminente explosión de una bomba en el local donde tenía lugar la conferencia de Prensa no rompió ese clima, ni motivó la salida de ninguno de los informadores presentes. Joseba Aulestia (Zotza) dio cuenta del anuncio de la bomba añadiendo un comentario lacónico: "Hemos venido a hablar y de aquí no nos movemos".

Los dirigentes de la VII Asamblea afirmaron que la salida negociada que ellos propugnan ha creado gran expectativa en los medios de refugiados, pero se negaron a facilitar los nombres de esa relación de antiguos etarras que aceptan la vía de normalización para no entorpecer, dijeron, el desarrollo de las propias negociaciones José María Laira Fernández afirmó que la lista de refugiados y presos que aceptan la salida negociada irá ampliándose día a día. Los dirigentes de la VII afirmaron que su decisión de abandonar la lucha armada es irreversible. "Sólo si se produjera una involución política y la vuelta de la dictadura, reconsideraríamos, a nivel personal, nuestra postura". Los históricos de ETApm afirmaron estar convencidos del descenso, en los últimos años, del apoyo popular hacia las organizaciones armadas y del carácter negativo que implica hoy día la violencia, "incapaz ya", señalaron, "de generar movimientos ascendentes de solidaridad entre la población y de influir decisivamente en la vida política". "Por el contrario", manifestaron, "la práctica violenta constituye ahora un ingrediente negativo en la lucha de Euskadi por su autogobierno". En lo que se refiere al aparato militar de la organización, los poli-milis sostuvieron que éste quedó íntegramente en manos de ETApm VIII en el momento de consumarse la escisión. "Nosotros hemos conservado únicamente nuestras casas, nuestros libros y poco más", añadieron.

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La autodisolución de la organización es fundamentalmente, a juicio de los poli-milis de la VII, una forma de contribuir a la resolución del problema de la violencia, "una actitud", manifestaron, "de la que podrá beneficiarse un futuro Gobierno socialista y con él la consolidación de la democracia".

Abordando los problemas que entrañaría su vuelta a Euskadi y su reinserción a la vida social, y aludiendo al problema de la falta clara de trabajo, los dirigentes históricos de ETApm anunciaron que sus amigos y familiares han tomado la iniciativa de crear una.caja de resistencia para ayudarles económicamente en tanto encuentrer trabajo.

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