_
_
_
_
_
ATENTADO DE ETA CON COCHE BOMBA

ETA ha matado a 20 niños, el anterior en 1991

El último atentado indiscriminado se produjo en 1995, con la muerte de seis personas

La última vez que ETA mató a un niño fue en noviembre de 1991. F. M., de dos años, fue asesinado en Erandio (Vizcaya) en un atentado en el que resultaron heridos su padre, Antonio Moreno, un guardia civil destinado en la Comandancia de Bilbao, y su hermano gemelo. En su historia criminal, ETA ha asesinado ya a 20 niños, según datos del Ministerio del Inteior.

Desde el fin de la tregua, la banda terrorista ha acabado con la vida de 41 personas pero hasta ayer esos mortales atentados tenían un objetivo definido. Desde la tregua y hasta anteayer, los 15 coches bomba utilizados como arma mortal, la bicicleta bomba, las cuatro bombas-lapa y los 19 atentados en los que la víctima fue abatida a tiros tenían un objetivo concreto y terminaron con la vida de 39 personas.

Más información
ETA siembra el pánico en la costa alicantina y mata a una niña de seis años
El PP pedirá la ilegalización de Batasuna si no condena el atentado
Aznar: "No estoy dispuesto a que la basura de Batasuna se pasee impunemente"

Ayer ETA colocó el coche bomba en las inmediaciones de una casa cuartel de la Guardia Civil al lado de una parada de autobús, en una zona muy transitada, y no avisó. Con ello ha vuelto a un sistema de atentados indiscriminados que tuvo sus peores momentos en los años 80.

El último atentado indiscriminado cometido por la banda criminal se produjo el 11 de diciembre de 1995, en el puente de Vallecas (Madrid): ETA hizo estallar un coche bomba al paso de un furgón policial y causó la muerte a seis civiles que trabajaban para la Armada.

Una furgoneta en Madrid

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El 22 de noviembre de 1988, la banda cometió un atentado similar al perpetrado ayer. Colocó una furgoneta cargada con 50 kilos de amosal en las instalaciones de la Guardia Civil de la madrileña calle de Francisco de Sales. Fallecieron un hombre y un niño, y resultaron heridas más de 20 personas.

Las casas cuartel de la Guardia Civil fueron, durante aquella sangrienta etapa, uno de los objetivos prioritarios de los terroristas y también el escenario de espeluznantes matanzas.

En mayo de 1991, ETA asesinó a 10 personas en el cuartel de la Guardia Civil de Vic (Barcelona) y en diciembre de 1987 causó la muerte a 11 personas al colocar un coche-bomba junto a un cuartel de la Guardia civil en Zaragoza. El año 1987 ha quedado en la memoria colectiva por la matanza de 21 personas en el Hipercor de Barcelona. Aquel fue el más bárbaro atentado de la banda criminal.

Con las dos personas fallecidad ayer, ETA ha asesinado a 339 civiles y 473 miembros de las Fuerzas Armadas y los cuerpos policiales. De esas 812 personas, 41 han sido asesinadas tras la tregua. La última fue el concejal socialista Juan Priede Pérez, asesinado el 21 de marzo pasado. El año 2001 fueron 15 las personas asesinadas por ETA: el presidente del PP de Aragón, Manuel Giménez Abad, cuatro ertzainas, un mosso d'e Esquadra, el magistrado José María Lidón, el director financiero del Diario Vasco, Santiago Oleaga, un teniente de alcalde del PSOE y un concejal de UPN, un cocinero y dos trabajadores de Elektra, que fallecieron por la explosión de un coche bomba dirigido, presuntamente, contra un concejal. En 2000 la banda mató a otras 23 personas, entre ellas el ex ministro socialista Ernest Lluch, el magistrado del Tribunal Supremo José Francisco Querol, el fiscal jefe de Granada Luis Portero, el presidente de la patronal guipuzcoana José María Korta, cinco concejales del PP, el ex vicelehendakari Fernando Buesa, el periodista José Luis López Lacalle y el teniente coronel Pedro Antonio Blanco, asesinado el 21 de enero de 2000 y que fue la primera víctima de ETA tras la tregua.

La costa de Levante ha sido un objetivo sistemático de ETA en sus campañas contra intereses turísticos. En septiembre de 1991, ETA quitó la vida a tres personas en Muchamiel (Alicante). En marzo del año pasado, artificieros de la policía explosionaron un coche bomba estacionado frente a un hotel de Gandía (Valencia). Aquel coche estaba cargado con 50 kilos de amosal pero entonces ETA avisó y ayer no.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_