ETA no utilizó en Azpeitia la misma pistola que en el asesinato de Isaías Carrasco
Las pruebas de balística concluyen que los terroristas emplearon otra arma para disparar a Ignacio Uria
Las pruebas de balística efectuadas a los casquillos de la pistola con la que ETA asesinó en Azpeitia (Guipúzcoa) al empresario Ignacio Uria Mendizábal , de 70 años, han concluido que el arma no es la misma que la empleada en el atentado contra el ex edil socialista Isaías Carrasco en Mondragón en marzo de este año. Según fuentes policiales, ni siquiera coinciden las marcas de la munición utilizada en ambos casos.
Los expertos en lucha antiterrorista analizan ahora si los casquillos coinciden con los registros de los archivos para cotejar si el arma se ha utilizado en otros atentados de la banda. "No es el arma ni la munición que se empleó en el asesinato de Isaías Carrasco", ha confirmado el consejero de Interior del Gobierno vasco, Javier Balza, quien ha añadido que esto "no descarta todavía nada", en relación con los autores de los disparos.
La investigación policial apunta a dos hombres de unos 30 años como los posibles responsables del asesinato a sangre fría del empresario, pese a que los testigos que presenciaron el atentado no han podido ofrecer aún pruebas concluyentes para identificar a los terroristas.
Calibre de las balas
La munición empleada en los dos disparos que impactaron en el cuello y la frente del empresario era 9 milímetros parabellum, con la que ETA asesinó a Carrasco. Tanto Uría como Carrasco no llevaban escolta cuando fueron abordados por los pistoleros.
Además un tercer etarra habría participado en la acción, vigilando al propietario del vehículo robado, a quien retuvieron en el cercano monte del alto de Itziar, en la localidad de Deba. Tras tirotear a Uría, cuando éste se dirigía a un restaurante de la localidad guipuzcoana adonde acudía cada día para jugar a las cartas, los terroristas huyeron en un Alfa Romeo de color gris que posteriormente quemaron.
Los terroristas abordaron al conductor del vehículo en torno a las nueve y media de la mañana y le ataron a un árbol. Posteriormente se desplazaron hasta Azpeitia para cometer el atentado a la una del mediodía y emprendieron la huida en el mismo vehículo.