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La ofensiva "guerrilleira" siembra el temor entre los narcotraficantes gallegos

La cadena de atentados del Exército Guerrilleiro do Pobo Galego Ceibe (EGPGC) contra intereses comerciales de presuntos narcotraficantes gallegos ha sembrado el temor entre personas a las que en ocasiones se ha vinculado con esta actividad. Algunas han acudido a la policía en demanda de protección para sí y sus familias o se han ausentado de sus domicilios, según responsables policiales. También han menudeado las falsas amenazas de bomba, que provocaron el desalojo de locales sospechosos de narcotráfico. El gobernador civil de La Coruña, Ramón Berra, confirmó ayer que la discoteca Clangor era el objetivo de los terroristas, si bien el estallido se produjo antes de tiempo.

Las Fuerzas de Seguridad proseguían ayer la labor de investigación de posibles conexiones de los dos miembros del Exército Guerrilleiro do Pobo Galego Ceibe (EGPGC) muertos en la madrugada del pasado jueves al estallarles el artefacto que habían introducido en la discoteca Clangor, en Santiago de Compostela, acción que costó la vida a otra persona y heridas a otras 49. El gobernador civil de La Coruña, Ramón Berra, confirmó ayer la hipótesis adelantada la víspera por fuentes policiales de que los terroristas sí pretendían atentar contra esa discoteca y que el estallido se produjo antes de tiempo al activarse el artefacto por vibraciones de un altavoz del local.La policía sospecha ahora que los miembros del EGPGC intentaban colocar una bomba en esta discoteca para que explotase una vez que la clientela hubiese abandonado el local, y posteriormente *rían a la localidad de Noia para atentar contra otra sala de fiestas cuyo propietario ha sido relacionado con el narcotráfico.

El que la explosión se produjera antes de tiempo se baraja también en las organizaciones independentistas afines al EGPGC. Según pudo saber EL PAIS, la tragedia ha causado un notable estupor en estos círculos ante el impacto habido en la opinión pública.

43 kilos de Goma 3

En el coche encontrado por la policía en las inmediaciones de la discoteca de Santiago estaban depositados 43 kilos de Goma 3, un explosivo de procedencia portuguesa, al igual que la gelamonita, material que se sospechó en principio había sido utilizado por los terroristas. Ramón Berra señaló que tiene la "creencia personal", corroborada por personas implicadas directamente en la investigación, de que, el mismo comando que participó en la accíón de Santiago, dos de cuyos integrantes fallecieron, es también el responsable de la colocación de los artefactos que destruyeron en la provincia de Pontevedra una entidad bancaria y cuatro establecimientos comerciales propiedad de detenidos en la reciente Operación Mago contra el narcotráfico en las rías gallegas.

La policía continúa investigando la posible relación con el EGPGC de Mercedes Domínguez Rodríguez, de 26 años, una de las fallecidas en la explosión, junto a los dos miembros del grupo terrorista. Según fuentes próximas a la investigación, el novio de esta muchacha se encuentra en paradero desconocido, lo que ha hecho incrementar las sospechas de la policía. La familia de la joven desmiente cualquier tipo de relación con la banda armada, si bien documentación y otros elementos hallados en los pisos de Vill'ar Regueiro y Castro Lamas despeja toda duda, según la policía, sobre su vinculación al EGPGC. El hecho de que los activistas fallecidos en el atentado de Clangor no tuvieran antecedentos policiales dificulta la labor de la investigación para averiguar sus conexiones.

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Fuentes policiales informaron ayer que el error cometido por los guerrilleiros que introdujeron la bomba de la discoteca de Santiago evidencia a todas luces su inexperiencia para manejar los artefactos. Estas mismas fuentes sostienen que la cúpula del EGPGC, detenida en 1988 tras la voladura del chalé de Manuel Fraga, sigue dirigiendo los hilos de la organización desde la cárcel. De otra parte, en medios policiales se estima que el atentado de la discoteca de Santiago ha supuesto un serio revés para la banda terrorista ya que han cosechado víctimas entre la juventud universitaria, caldo de cultivo de sus activistas.

Responsables policiales han informado que han menudeado las peticiones de protección por parte de narcotrafic antes o sus familias tras la cadena de atentados. Algunas de estas personas que han pedido ayuda no figuran en la operación antidroga Mago que dirigió el juez Baltasar Garzón, pero no han dudado en recabarla sabedores de que su actividad de narcotráfico es un secreto a voces en la zona. Otros han optado por abandonar temporalmente sus domicilios.

[Por otra parte, ayer fueron enterrados los supuestos míembros del EGPGC que murieron en el atentado. En Culleredo (La Coruña) unas 500 personas asistieron al entierro de José Ignacio Villar Regueiro, de 27 años. Al término del sepelio una treintena de independentistas entonaron el himno gallego y profirieron consignas a favor de una "Galicia ceibe [libre] y socialista". María Dolores Castro recibió sepultura en la localidad coruñesa de Valdoviño, y Mercedes Domínguez Rodríguez en un barrio de Vigo.

Investigación sobre un herido por la explosión que rechazó ser atendido

La policía no ha podido determinar todavía cuántas personas integraban el comando que provocó la explosión en la discoteca Clangor, además de Juan Ignacio Villar y María Dolores Castro, fallecidos en el atentado. La policía está tratando de recabar informaciones sobre algunos de los heridos, según manifestó el gobernador civil de La Coruña. Además, testigos presenciales aseguran que de entre el grupo que presumiblemente había colocado la carga explosiva salió un joven con las manos amputadas, que rechazó cualquIer tipo de ayuda y pareció huir a continuación. Entre los 14 heridos que todavía continúan hospitalizados no se encuentra ninguna persona que haya perdido sus manos.El joven Alejandro López Espinosa continúa en estado estacionarlo dentro del coma neurológico que padece después de ser alcanzado por la onda expansiva. El resto de los heridos, incluidos los cuatro con pronóstico grave, evolucionan favorablemente.

En Santiago de Compostela los pubs y discotecas de ambiente nocturno cerraron sus puertas en la madrugada de ayer en protesta contra el atentado. En Lugo el Ayuntamiento suspendió todos los actos. oficiales previstos para ayer con motivo de las fiestas de la ciudad. El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, tenía previsto visitar a los heridos a última hora de ayer a su llegada de Italia, donde asistió a una reunión de regiones transfronterizas de la Comunidad Europea.

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