Entran en España los cinco kurdos que solicitaron asilo

Los cinco ciudadanos sirios de etnia kurda que solicitaron asilo en el aeropuerto de Barajas la pasada semana han entrado hoy en España después de que se admitieran a trámite sus peticiones. La Oficina de Asilo y Refugio ha dado esta mañana el visto bueno a la admisión a trámite de las peticiones de estas cinco personas, con lo que los tres hombres y las dos mujeres, de unos 30 años de edad, han abandonado la sala 4 de Barajas y han salido a la zona pública del aeropuerto.

Desde la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) se ha valorado la medida como una "decisión justa por parte del gobierno". El secretario general de CEAR, Mauricio Valiente, ha señalado que las cinco asilados pasarán el fin de semana en una dependencia de la Cruz Roja y el próximo lunes se cambiarán a un centro de acogida.

Presunta agresión

Valiente ha pedido una investigación exhaustiva sobre la supuesta agresión que sufrieron los cinco extranjeros en la sala de rechazados de Barajas, "especialmente ahora que los afectados podrán explicar su versión", y ha señalado que estos tienen previsto poner una denuncia. Los hechos ya llegaron a conocimiento de un juzgado, pero archivó el caso al estimar que "los agentes de policía no presentaban lesiones y las de los ciudadanos sirios tenían carácter de auto-lesiones".

Fuentes aeroportuarias han confirmado que las cinco personas llegaron a Barajas el 29 de mayo "con pasaportes ilegales de Siria" en tránsito desde Egipto, y no embarcaron en el avión en el que tenían previsto continuar el viaje, por lo que fueron trasladados a la sala de rechazados.

Según la versión del secretario de CEAR una de las mujeres había tenido recientemente un aborto y sufrió un desvanecimiento en la sala, por lo que su hermano "empezó a golpear la puerta para pedir ayuda". Luego "entró un vigilante de seguridad que empujó al sirio-kurdo contra la pared al pensar que le iba a agredir, por lo que los otros dos inmigrantes acudieron en su ayuda. El vigilante pidió refuerzos y comenzó el enfrentamiento, que fue muy duro", según Valiente.

Sin embargo, fuentes aeroportuarias han asegurado que los extranjeros se pusieron nerviosos porque tenían miedo de hablar con los intérpretes y pensaron que iban a ser devueltos. Según estas mismas fuentes, un vigilante de seguridad privada terminó con un dedo roto a raíz de los incidentes y otro vigilante con lesiones en un hombro, además de varios policías contusionados.