España asumirá el mando de los 'cascos azules' en Líbano

La ministra de Defensa, Carme Chacón, confirmó ayer a los mandos militares en Líbano que un general español tomará el mando de los casi 15.000 cascos azules desplegados en el sur del país, junto a la frontera con Israel, en lo que constituye una de las misiones más importantes y peligrosas de Naciones Unidas. Chacón indicó que España está preparada para asumir el mando el próximo septiembre, aunque el actual jefe, el general italiano Claudio Graciano, quien acudió a recibirla a la base Miguel de Cervantes de Marjayún, dio por hecho que prorrogará su mandato hasta enero.

España, con 1.100 efectivos, es el tercer país contribuyente a la misión de la ONU para Líbano (Unifil), sólo por detrás de Italia (2.500) y Francia (1.480). Hasta ahora, el mando ha recaído en un general francés y otro italiano. La asunción de esta responsabilidad obligará a incrementar las tropas, pues el país que desempeña la jefatura debe aportar parte del cuartel general. Además, España se ha comprometido a contribuir con una patrullera a la fuerza naval de Unifil.

La nueva responsabilidad llegará en un momento en que Líbano está sumido en una profunda crisis. Lleva desde noviembre sin jefe de Estado, ante la imposibilidad de los dos bloques, sirio y antisirio, de pactar un sustituto para el presidente Lahud. Tras 18 aplazamientos, el Parlamento ha sido convocado de nuevo para elegir al presidente, pero nada hace presagiar que esta vez lo consiga. Además, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha denunciado en su último informe el rearme de la milicia chií Hezbolà, lo que ha incrementado la hostilidad de ésta hacia los cascos azules, amenazados en un mensaje del número dos de Al Qaeda, Al Zawairi.

Chacón fue ayer informada de esta situación por el jefe de la Brigada Multinacional Este, liderada por España, el general de la Legión, Juan Bautista García Sánchez. Se trata del general que inauguró la base española en noviembre de 2006. Desde entonces, la situación ha cambiado radicalmente, por el atentado que costó la vida a seis soldados españoles, en junio de 2007.

Más precaución

El portavoz de la brigada, el teniente coronel José Luis Puig, se esforzó ayer por demostrar que los soldados españoles siguen manteniendo una estrecha relación con la población local, pero reconoció que "hay un antes y un después del 24 de junio". Los soldados ya no salen de la base en su tiempo libre.

La ministra tuvo un recuerdo para los seis soldados fallecidos en Líbano y para los dos que aún se recuperan de sus gravísimas heridas, y trasladó a los legionarios "el abrazo de Su Majestad el Rey y del presidente del Gobierno y, sobre todo, el calor y el orgullo de los españoles". Chacón, embarazada de más de siete meses, tenía aspecto cansado tras pasar toda la noche en avión y sólo una semana después de haber viajado a Afganistán, pero ello no le impidió recorrer las instalaciones de la base, incluidos los refugios con capacidad para albergar a todos los militares. Cuatro cascos azules de diversas nacionalidades murieron en los bombardeos israelíes del verano de 2006.

El general García Sánchez comentó ante la ministra la necesidad de contar con vehículos que sustituyan a los actuales BMR. Ya hay un programa en marcha para sustituirlos.

En una improvisada alocución, recordó que más 100.000 militares españoles han participado en 50 misiones en 30 países en los últimos 20 años, "y ni un solo acto de un soldado español ha avergonzado a nadie". Tras recordarles que son la garantía de la paz en una de las zonas más convulsas del mundo y que, cuando Líbano alcance la estabilidad, podrán decir que han contribuido "con un grandísimo grano de arena", concluyó con un "muchísimas gracias y mucha suerte". Los legionarios le regalaron para su futuro hijo una cabra blanca de peluche y un babero con la bandera española bordada. Por la tarde, viajó a Sarajevo, donde hoy visitará el cuartel general de la misión de la Unión Europea.

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