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Las consecuencias del 9-M

El Estatuto del País Vasco se reformará si hay "Constitución, consenso y ciudadanía"

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ve factible el cambio si se respeta el marco constitucional

María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta en funciones del Gobierno, ha afirmado hoy tras el primer Consejo de Ministros después de las elecciones generales que el Estatuto del País Vasco podrá ser reformado en esta legislatura igual que en la pasada se reformaron otros, siempre que se cumplan lo que ella ha llamado "las tres c: Constitución, consenso y ciudadanía".

De la Vega ha hecho énfasis en que la reforma, en cualquier caso, tendrá que respetar el marco constitucional. Ha recordado que hay algunas reformas que quedaron sin concluir en la legislatura pasada, por lo que ella confía en que se retomen y a la lista se añadan otras autonomías, como podría ser el caso del País Vasco.

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Por su parte, el presidente Zapatero, desde Bruselas, ha afirmado que con el PNV todavía no se ha "entrado en materia" respecto a posibles pactos de legislatura de cara a los apoyos parlamentarios. El presidente ha reiterado su disposición al diálogo y ha recordado que ha habido una relación positiva en materias como el cupo, infraestructuras e investigación con el Gobierno vasco. "Sobre otras cuestiones no hay agenda", ha afirmado.

De producirse, la reforma estatutaria podría ser una salida constitucional al desafío planteado por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, con su plan para convocar una consulta sobre el derecho a decidir de los vascos. El Gobierno socialista rechaza el proyecto soberanista pero está dispuesto a negociar una reforma del Estatuto vasco que conceda más autogobierno a Euskadi.

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, se encuentra en una encrucijada. Por un lado, está su interés en mantener buenas relaciones con José Luis Rodríguez Zapatero y el Gobierno socialista, tras su fracaso electoral en el País Vasco -por vez primera, los socialistas superaron a los nacionalistas en las tres provincias vascas- y por otro, no quiere desautorizar públicamente la hoja de ruta del plan de Ibarretxe que conduce a una consulta ilegal sobre el derecho de autodeterminación.

Al Gobierno socialista también le interesa mantener una buena relación con el PNV. El Ejecutivo de Zapatero pretende contar con los nacionalistas vascos para acometer su política antiterrorista, como ya sucedió en la legislatura pasada y como fue tradicional en los gobiernos de Felipe González.

Tampoco es un asunto menor para el Gobierno socialista poder asegurarse una relación estable con el grupo parlamentario del PNV, que podría aportarle seis de los siete votos que el Ejecutivo necesita para garantizarse la mayoría absoluta en todas las votaciones de la Cámara. Los otros dos votos los tiene asegurados con el BNG, que forma Gobierno con los socialistas en Galicia. Las demás opciones son más complicadas.

Portavoz en funciones

De la Vega, que ha comparecido ante los periodistas sonriente tras la primera reunión ministerial después de que su partido vuelva a ganar las elecciones generales, no ha confirmado si seguirá al frente de la portavocía del Gobierno. Ella está dispuesta a repetir, aunque ha explicado que se ha puesto a disposición del presidente para lo que él considere necesario.

Además, ha tenido buenos deseos para Eduardo Zaplana, que confirmó ayer que no seguirá siendo portavoz del grupo popular en el Congreso. De la Vega ha recordado que a Zaplana y a ella les separa una "gran distancia política", pero que le desea "lo mejor, en lo personal y en lo político".

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