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ETA obtiene una parte importante de su financiación gracias al narcotráfico, según el informe del OGD

El Observatorio Geopolítico de las Drogas afirma en el informe presentado el jueves por su director, Alain Labrouse, que la banda terrorista ETA también está vinculada al tráfico de drogas e incluso da a entender que el comercio de los estupefacientes constituye un elemento muy importante en lo referente a su financiación.Según concluye el documento, ETA maneja un presupuesto anual que gira en torno a los 2.500 o los 3.000 millones de pesetas. La mayor parte de ese dinero se destina, según se asegura, a financiar a sus estructuras legales y a la comunidad de antiguos activistas que tuvieron que refugiarse en Francia y en diversos países latinoamericanos.

El OGD llega a afirmar que los pasados asesinatos de narcotraficantes perpetrados por la organización "parecen responder más al interés en eliminar a la competencia que a una voluntad sincera de erradicar la droga del País Vasco".

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El capítulo destinado a ETA, que ocupa poco más de cuatro páginas en un extenso informe sobre la evolución del comercio de estupefacientes en el mundo, incluye igualmente alusiones a las condenas judiciales dictadas contra miembros de las fuerzas de seguridad del Estado destinados a la lucha antiterrorista.

Los autores del documento ponen en boca de Emilio Olabarria, representante del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y portavoz del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que la detención el pasado año del comandante de la Guardia Civil Máximo Blanco "confirma que en el cuartel de Intxaurrondo, de San Sebastián, se realizaban actividades ligadas al narcotráfico que servían para financiar las actividades terroristas".

De acuerdo con el informe, ese dinero serviría para financiar la propia lucha antiterrorista y compensar a los agentes.

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Falta de pruebas

Sin mayores precisiones, el citado Observatorio vierte sobre la organización terrorista la sospecha de haber introducido "importantes cantidades de droga en el mercado vasco".

Pese a la contundencia de las acusaciones, el informe de la OGD está muy lejos de aportar prueba alguna o de sustentarse en hechos y testimonios de verdadero alcance. En conjunto, se limita a dar credibilidad a las sospechas generadas a partir de declaraciones poco comprometedoras o de casos individuales que, en rigor, no pueden ser presentados como prueba de la implicación orgánica de ETA en el narcotráfico.

Aunque el OGD goza de considerable reputación, el informe sobre el supuesto narcoterrorismo vasco resulta inconsistente ante el hecho de que la policía, la española y la francesa, no ha logrado hasta ahora establecer esa supuesta implicación.

De hecho, los centenares de detenciones y registros practicados en estas últimas décadas, los zulos desmantelados, los materiales incautados y las conexiones puestas de manifiesto no han aportado la ansiada prueba.

"Aunque el tráfico clandestino internacional de armas discurre muchas veces en paralelo con el de las drogas, jamás hemos encontrado indicios suficientes como para poder establecer una conexión estructural", indicó ayer a este periódico un responsable de la lucha antiterrorista francesa."Otra cosa son", añadió, "los casos individuales, que surgen esporádicamente en ese y otros colectivos y la inclinación hacia el consumo de drogas en general, legales e ilegales, que se detecta en círculos de simpatizantes de ETA".

Tras indicar que la justicia española no ha podido probar la supuesta conexión pese a las pesquisas del magistrado Baltasar Garzón, titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, y los propósitos del ministro del Interior en funciones, Jaime Mayor Oreja, el texto de la OGD indica que la ausencia de pruebas judiciales y policiales "no quiere decir que no exista relación alguna entre ETA y esas actividades ilícitas".

A título de explicación, los autores del documento advierten de que, "por razones de seguridad e imagen, el aprovisionamiento del mercado de drogas ligado al tráfico de armas no descansa sobre el movimiento radical vasco, sino sobre los contrabandistas y supuestos empresarios". A continuación, aluden a "los simpatizantes notorios de ETA arrestados por tráfico de drogas".

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