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Farmaindustria se levanta contra la propuesta de Güemes para abaratar los fármacos

Los fabricantes de medicamentos alertan de que se va a dejar de invertir en innovación si un fármaco nuevo cuesta lo mismo que uno ya existente.- La Comunidad de Madrid gastó el 2008 1.300 millones en remedios con receta

La propuesta del consejero de Sanidad de Madrid, Juan José Güemes, de abaratar el precio de los medicamentos cambiando el sistema conocido de precios de referencia de los medicamentos es "una línea roja" y un "error desde el punto de vista técnico, económico y sanitario". Tajante, el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, quiso dejar claro durante el simposio que ha organizado en Córdoba la patronal de los laboratorios con periodistas su rotunda oposición a la idea lanzada por el consejero para rebajar la factura en medicamentos de la Comunidad de Madrid.

El pasado miércoles, Güemes dijo que iba a proponer cambiar el sistema de precios de referencia (un tope que pone Sanidad al coste de los medicamentos más antiguos cuando aparece un fármaco genérico equivalente). En vez de aplicarlo fármaco a fármaco, el consejero propuso hacerlo por grupos terapéuticos. De esta manera no sólo se rebajaría el precio de las moléculas antiguas, para las que ya ha vencido la patente, sino también las de otras que sirvan para la misma dolencia, aunque sean de nuevo desarrollo.

Güemes pretende recortar un gasto, el de los medicamentos dispensados en farmacia con receta pública, que en los últimos 12 meses ha costado a la Comunidad 1.300 millones de euros, un 4,88% más que el año anterior (por encima de la media de aumento nacional, que fue en el mismo periodo del 4,3%, según datos del Ministerio de Sanidad). Pero Arnés, quien anunció que ha pedido entrevistarse con el consejero, afirmó que la medida no es sólo ilegal -los precios de referencia y su método de cálculo están en la Ley del Medicamento-, sino que, a medio plazo, supondrían un encarecimiento de la factura, aparte de que desincentivarían la inversión de los laboratorios.

"Necesitamos que se tomen medidas para las que tiene competencia exclusiva el Estado", aseguró Güemes durante su discurso en el Foro Nueva Economía. Afirmó también que en el último consejo interterritorial "varias comunidades autónomas" pidieron a la ministra de Sanidad "que los precios de referencia se extiendan para equivalentes terapéuticos". "Y ampliar este concepto no sólo a los medicamentos prescritos mediante receta sino también a los dispensados en el ámbito hospitalario", añadió. "En la actualidad, una dosis de medicamento cuya acción terapéutica y perfil de eficacia y seguridad es idéntica a otro puede llegar a costar al erario público hasta 10 veces más". Esa medida, según explicó, supondría un ahorro de 250 millones de euros sólo en la Comunidad de Madrid.

Un cambio en el sistema haría que las farmacéuticas dejaran de investigar en mejoras de los fármacos ya existentes, por lo que sólo podrían dedicarse a las moléculas absolutamente nuevas, con el resultado de que éstas tendrían que ser más caras para que compensara la inversión correspondiente. Además, los pacientes no se beneficiarían de los adelantos que se van introduciendo con cada generación de productos de una misma familia. Un ejemplo de lo que habría pasado si se aceptaran las propuestas de Güemes es que no habrían salido al mercado las nuevas estatinas, más eficaces en el control de la tensión y con menos efectos secundarios, explicó Arnés. Todas parten de una, la lovastatina, y, sin embargo ya son pocos los pacientes que toman esta molécula. En cambio usan atorvastatina o simvastatina. Además, el director técnico de Farmaindustra, Emili Esteve, dijo que si se metieran todos los fármacos de una familia en el mismo saco, habría que haberlos retirado todos cuando se hizo eso con la cerivastatina, lo que hubiera dejado a miles de pacientes sin tratamiento.

La solución para controlar el gasto, apuntó Arnés, es regular la demanda. Ésta, medida en número de recetas, ha crecido en Madrid en el último año un 5,92%, frente a un 4,49% de media nacional. Arnés admitió que había aspectos (envejecimiento, crecimiento de la población) que no se podían restringir, pero señaló que el actual sistema tiene "margen de mejora", por ejemplo en el tema del copago (la parte de cada receta que abonan los usuarios de la sanidad pública), aunque no quiso especificar cómo. "A nosotros no nos corresponde proponer", añadió.

El director de Farmaindustria añadió que un cambio en el sistema de precios de referencia, que va a suponer este año ahorros al sistema nacional de salud de 500 millones, mermaría la confianza de las multinacionales, que podrían no invertir en España.

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