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Fomento y la Comunidad de Madrid se enfrentan por inaugurar el metro a la T-4

Magdalena Álvarez improvisa un acto en la estación la víspera de que Aguirre la declare abierta

La carrera preelectoral se juega en Madrid con las inauguraciones. La apertura del metro a la terminal 4 del aeropuerto de Barajas de Madrid está prevista para esta mañana, pero cuando la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez (PSOE), se enteró de que la iba a protagonizar la presidenta regional, Esperanza Aguirre (PP), tomó un tren desde Málaga e improvisó un acto en la estación que une metro y Cercanías. Ganó por la mano a Aguirre, pero ha desatado una bronca política que parecía resuelta. Ambas ya se enfrentaron hace dos años por el coste de la infraestructura.

Ya se habían peleado en su día por quien pagaría el metro a la nueva terminal. Y ahora, por quién se apuntaría ese tanto. Fue la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, la que se adelantó en la carrera, tomó un tren en Málaga (su ciudad natal) y llegó ayer por la tarde a la capital. Justo el día antes de que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, fuese a inaugurar ese tramo que prolonga la línea 8 de metro hasta la terminal.

Aunque, más que una visita, se asomó a ese desangelado lugar, que no es que parezca una estación fantasma pero sí una estación desnuda: grandes estructuras vistas de hormigón al aire libre, túneles ciegos por los que algún día llegará el tren de cercanías... Lo cierto es que la estación de la ministra contrastaba con la contigua, a la que llegará el metro de la presidenta de la Comunidad. Ésta estaba perfectamente vestida para la ocasión: con sus carteles, sus luces y sus andenes pulidos, lista para ser inaugurada.

Al final, tanto traje para nada. La bronca culminó ayer con la decisión de Esperanza Aguirre de irse a inaugurar su tramo de metro a la estación de Pueblo de Barajas que, frente a la T-4, no ha sido construida ni por AENA ni por Fomento.

La ministra no se asomó sola a la nueva "estación bimodal" (de tren y metro) de la terminal, sino acompañada de los dos candidatos socialistas a la alcaldía y la presidencia de Madrid: Miguel Sebastián y Rafael Simancas. Y explicó su presencia del modo siguiente: "Esto es como si alguien hace un bautizo en mi casa y no me invita".

Pese a que "es una obra de 26 millones de euros realizada y financiada por AENA a través del Ministerio de Fomento", según la ministra, ni ella, ni ninguno de los dos candidatos socialistas, habían sido invitados al acto de inauguración. En realidad, Álvarez se refería a la estación, porque lo que abre hoy la presidenta regional son los andenes del suburbano, que se han construido mediante una concesión a 20 años.

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El vicepresidente regional, Ignacio González, justificó la falta de invitaciones en que tampoco la ministra invita al Gobierno de Madrid cuando abre infraestructuras para esta región financiadas por Fomento. "Es como si la Generalitat de Cataluña fuera a inaugurar algo el 12 de septiembre y se adelantara un ministro del PP, con Alberto Fernández y [Josep] Piqué para visitar las obras de la Generalitat", puntualizó Esperanza Aguirre.

El enfrentamiento entre ambas administraciones no es nuevo. Tiene que ver con el color político, porque todo era una balsa hasta que en marzo de 2004, el Gobierno central pasó a manos del socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

Simancas, Magdalena Álvarez y Miguel Sebastián, ayer en la T-4.
Simancas, Magdalena Álvarez y Miguel Sebastián, ayer en la T-4.ULY MARTÍN

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