Francia golpea a la cúpula de Batasuna

Francia pisó ayer el acelerador por primera vez en la lucha contra el entorno político de ETA en su territorio. En una operación sin precedentes y bajo la dirección in situ de las principales jueces antiterroristas francesas, agentes de la Gendarmería y de la Policía Nacional descabezaron la dirección de Batasuna en Francia con la detención de sus cuatro principales dirigentes, dentro de la investigación abierta sobre la financiación de este partido, legal en Francia, pero ilegalizado en España. También fue arrestado Antxon Etxeberri, miembro de la Mesa Nacional de la ilegalizada Batasuna en 2001 en representación de Baja Navarra (País Vasco francés) y el líder de Askatasuna Jean François Lefort. Además, fue detenido Jokin Etxeberria, quien fue uno de los más estrechos colaboradores y correo del ex jefe de ETA Mikel Antza.

Los jueces franceses investigan la financiación ilegal de la formación

Algunos de los arrestados atentaron contra un complejo del 'chef' Duccase

La policía francesa relaciona a buena parte del resto de las personas arrestadas, contra las que no se concretó la imputación que pesaba sobre ellas, con el atentado contra el complejo de hostelería Ostape, en Bidarrai, regentado por el cocinero y empresario Alain Duccase. El atentado, de junio de 2006, fue reivindicado por el grupo radical Irrintzi. En total, ayer fueron detenidas 14 de las 18 personas contra las que se sigue el procedimiento. También se registró la sede de Batasuna en Bayona -con la presencia de su portavoz en Francia, Xabier Larralde, y de la juez antiterrorista Laurence Le Vert- y varias casas.

Cuando el foco de atención se había fijado de nuevo en Francia, donde ETA tiene la base logística de la que parten los coches bomba que luego coloca en España, las autoridades francesas han decidido mostrar su músculo en dos frentes. Uno, el habitual, en la lucha contra los comandos de ETA, con la detención el martes de dos supuestos miembros del aparato militar, Unai Fano y María Lizarraga. La novedad estuvo ayer en el asedio policial a Batasuna, que comenzó pasadas las seis de la mañana y en el que intervinieron más de 100 agentes bajo la coordinación de Le Vert y la juez antiterrorista Marie Antoinette Huyvet.

Gracias a la documentación bancaria y la contabilidad del partido confiscada ayer, junto a los datos que ya obran en poder de la justicia francesa -que incluyen pistas sobre su financiación relacionada con las herriko tabernas (operación en el bar Kalaka en septiembre de 2007)-, el operativo podría suponer el primer paso hacia la ilegalización en Francia de la izquierda abertzale que no condena a ETA. No es fácil. El juez Garzón ha tardado seis años en instruir la causa contra Batasuna por su subordinación a ETA. El juicio está aún pendiente.

La tercera pata de la investigación en marcha sobre Batasuna en Francia tenía origen español. Garzón ya había puesto sus ojos en la Batasuna legal en marzo, cuando ofició a las autoridades francesas para que le comunicaran los datos sobre determinadas transferencias de dinero de una cuenta del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) a algunos de los detenidos ayer. Garzón investiga el destino de 208.000 euros del PCTV procedentes de las subvenciones como partido.

En concreto, según datos manejados por Garzón, a la cuenta del portavoz Xabier Larralde se habrían transferido dos entregas de 12.000 euros el 18 de diciembre de 2007, en Credit Cooperatif. Jean Claude Aguerre y Aurore Martin recibieron 12.000 euros cada uno. Giuliano Cavaterra también recibió dos transferencias de 12.000 euros en una cuenta de Societè Generale. La policía no pudo localizar a Gregorio Jiménez Morales ni a Zigor Gogeaskoetxea. A la cuenta de Crédit Agricole de Gogeaskoetxea se transfirieron dos remesas de 12.000 euros y a la de Jiménez 24.000 euros en dos partidas remitidas el 24 de diciembre de 2007. Francia bloqueó en abril cuentas de 14 miembros de la izquierda abertzale a petición de Garzón.