_
_
_
_
_

Franco pierde la alcaldía de Amposta

El Ayuntamiento de la ciudad tarraconense retira el cargo de alcalde perpetuo y la medalla de oro al dictador

El difunto Francisco Franco no deja de perder alcaldías en Tarragona. El Ayuntamiento de Amposta (Montsià, 21.000 habitantes) ha retirado este lunes por la mañana el cargo de alcalde honorífico y perpetuo de la ciudad al dictador, además de la medalla de oro del municipio. La decisión se fraguó por unanimidad y dos semanas después de que el consistorio de Tarragona hiciera lo propio. En la capital de provincia el acuerdo total fue imposible: el grupo municipal del PP se abstuvo en la votación. En la alcaldía de Amposta el PP no participó en el pleno ya que no cuenta con ningún regidor.

Con esta decisión Franco queda desposeído de un cargo que ha mantenido por casi medio siglo. Amposta le otorgó su mejor insignia en 1963 y se la entregó en mano cuatro años después. Los partidos municipales han celebrado en bloque la decisión pero dejan sin resolver un frente complejo. "A día de hoy Amposta sigue teniendo calles con nombres franquistas que ensalzan el régimen", ha subrayado la portavoz municipal de ERC, Marta Cid.

Más comodidad y menos memoria

Por ejemplo, Ruiz de Alda (miembro fundador de la Falange) y Rafael García Aliño (héroe militar franquista y Jefe del Estado Mayor durante el régimen) siguen protagonizando numerosas placas del casco urbano de Amposta, entre otros destacados miembros del franquismo.

La situación incumple con lo recogido en la Ley de Memoria Histórica aprobada en 2007 pero se pliega al capricho de los vecinos. Aquellos que viven en calles que honran la memoria franquista votaron no cambiar el nombre de esas vías, según una consulta municipal realizada el año pasado. El resultado fue abrumador: casi el 80% de los inquilinos pedían mantener los nombres franquistas.

El motivo de los inquilinos es interesado: alegaron que así se evitan las complejidades de sufrir un cambio de dirección en sus correspondencias. "Hemos optado por respectar la decisión de los vecinos", ha alegado este mediodía el alcalde, Manel Farré (CiU). El Ayuntamiento justifica el embrollo asegurando que los habitantes del municipio ignoran los crímenes protagonizados por quienes dan nombre a sus calles. "Debemos esforzarnos para dar a conocer la historia a nuestros ciudadanos. Y que cambien el nombre de las calles", ha insistido Cid.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_