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Funerales en San Sebastián y Bilbao por las dos víctimas de los atentados del domingo

Ayer se celebraron en San Sebastián y Bilbao los funerales en memoria del guardia civil Luis Miranda Blanco y del teniente del Ejército Magín Fernández Ferrero, asesinados, presumiblemente por ETA, en dos atentados registrados, con un intervalo de menos de tres horas, el domingo por la mañana en las localidades de Ovarzun (Guipúzcoa) y Baracaldo (Vizcaya), respectivamente. El director general de la Guardia Civil, general Aramburu Topete; el ministro de Defensa, Alberto Oliart, y el jefe del Alto Estado Mayor del Ejército, teniente general GabeirasMontero, asistieron a los oficios.

El atentado contra el teniente Magín Fernández Ferrero, de 44 años, se produjo minutos antes de las nueve de la mañana del domingo, cuando éste acababa de abrir al público un establecimiento de venta de periódicos en Baracaldo.

Aunque por el momento no se conocen testigos presenciales, todo parece indicar que la víctima, una vez en el interior del establecimiento, habría observado la presencia en la puerta de dos jóvenes armados con metralletas. Al percatarse de sus intenciones trató de huir, pero fue ametrallado por la espalda.

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Oliart y Gabeiras presidieron los funerales en Baracaldo

Viene de primera página

A primeras horas de la tarde del domingo se instaló la capilla ardiente con los restos del teniente Magín Fernández en el acuartelamiento de Garellano, en Bilbao. Al mismo llegaban a media tarde el ministro de Defensa, Alberto Oliart; el jefe del Estado Mayor del Ejército, teniente general Gabeiras Montero, y el capitán general de la VI Región Militar, Luis Polanco Mejorada, que asistieron junto a altos mandos militares y los familiares de la víctima a una misa celebrada por el capellán castrense, a la que no se permitió el acceso a los medios informativos. Asistieron también al acto fúnebre los gobernadores militar y civil de Vizcaya. Este último afirmaba: «Nos encontramos ante una ofensiva indiscriminada de ETA, que se produce tras sucesivos fallos de esta organización terrorista. ETA quiere imponer la ley del terror al pueblo vasco ».

Con asistencia del capitán general de la VI Región Militar, los gobernadores civil y militar de Vizcaya, el consejero del Interior del Gobierno vasco, Luis María de Retolaza; presidente de la Diputación de Vizcaya, representantes de los partidos UCD, AP y PSOE y mandos militares se celebró hacia las diez de la mañana de ayer, en el acuartelamiento de Garellano, de Bilbao, el funeral de cuerpo presente en memoria del teniente Magín Fernández Ferrero. El acto se desarrolló en medio de permanentes muestras de duelo por parte de los familiares de la víctima. Su esposa permaneció durante todo el acto religioso de rodillas, sin poder contener el llanto.

En la homilía, el capellán castrense, que calificó el atentado de «crimen alevoso», dijo que en el País Vasco «se vive una paradoja trágica porque un puñado de hombres, arrogándose el derecho divino a la vida, asesinan y matan. Pido a Dios», dijo, «que El perdone a los asesinos y consuele a los familiares de las víctimas».

Finalizado el funeral, el capitán general de la VI Región Militar dio el pésame a la viuda e hijos del teniente asesinado. Una compañía con banda rindió honores a sus restos mortales antes de que, a hombros de sus compañeros, fueran nuevamente trasladados a la capilla ardiente. Entre el público se dieron vivas a España, al Ejército y a la Guardia Civil, en tanto que algunos gritos, como «Ejército al poder» y «Contra ETA, Batallón y metralletas», tenían escaso eco.

Atentado contra la Guardia Civil

En el salón del trono del Gobierno Civil de Guipúzcoa tuvo lugar ayer, a las once de la mañana, el funeral córpore insepulto por el guardia civil Luis Miranda, que resultó muerto a primeras horas de la mañana del domingo en un atentado contra vehículos de la Guardia Civil, informa desde San Sebastián .

Asistieron al oficio religioso autoridades provinciales y locales, representaciones militares y mandos de la zona de la Guardia Civil, así como los padres y la viuda de Luis Miranda. El féretro fue sacado a hombros por compañeros del cuerpo al término de la ceremonia e introducido en un furgón que lo trasladó hasta el aeropuerto de Fuenterrabía. Una compañía de la Guardia Civil rindió honores al cadáver. Desde el aeropuerto guipuzcoano, el cuerpo sin vida del agente fallecido fue conducido a bordo de un avión militar a Sevilla.

El atentado se produjo a las 6.30 horas del domingo, cuando el vehículo PGC-1100-D, de la Guardia Civil de Tráfico, circulaba por la carretera nacional I, Madrid-Irún, en dirección a esta última localidad, por el término municipal de Oyarzun (Guipúzcoa). El comando agresor, parapetado tras un muro de unos dos metros de altura que se encuentra en el alto de Gaintxurizketa, disparó una ráfaga contra el automóvil oficial. Los desconocidos lograron darse a la fuga, a pesar de que a pocos metros del automóvil de Tráfico circulaba otro vehículo de la Guardia Civil sin señales externas de identificación, precisamente como medida de protección frente a posibles atentados.

Los disparos alcanzaron de lleno al primer automóvil. Luis Miranda sufrió heridas mortales e ingresó cadáver en el Hospital de la Cruz Roja de San Sebastián, adonde fue trasladado por un coche particular. Poco más tarde llegó al mismo centro el guardia civil José Paradero, que también viajaba en el primer automóvil. Se le pronosticó herida por arma de fuego, con orificio de entrada y salida en hemitórax derecho, con afectación de la pared costal y fractura abierta con minuta. También sufrió pérdidas de sustancia ósea, muscular y cutánea en tercio medio de pierna derecha. El pronóstico fue grave, aunque evoluciona favorablemente.

Luis Miranda, de veintiocho años, había nacido en Sevilla, estaba casado y tenía dos hijas, de cinco y tres años. Su esposa se encuentra embarazada.

El arma utilizada por los agresores, según fuentes oficiales, es un fusil Cetme, de uso reglamentario en el Ejército y en las Fuerzas de Orden Público, que podría haber sido robado el año pasado en Orio. En el lugar del atentado se recogieron más de una docena de casquillos de bala del calibre 7,62.

El comando, presuntamente de ETA Militar, empleó para la preparación del atentado y la fuga un automóvil Talbot 150. que habían robado a punta de pistola tres individuos a las cuatro de la madrugada en la discoteca Ku, situada en el monte Igueldo. El propietario del coche robado y sus acompañantes quedaron durante varias horas atados a unos árboles.

Pocas horas después del fallecimiento de Luis Miranda se trasladó desde Madrid a San Sebastián, en helicóptero. el general director de la Guardia Civil, Luis Aramburu Topete, que visitó la capilla ardiente y se interesó luego en el Hospital de la Cruz Roja, por el estado de José Paradero. Entre otras personalidades, acudió también a la capilla ardiente el delega do del Gobierno en el País Vasco en funciones, Fernando Jiménez.

Entierro en Sevilla

Hacia las cuatro de la tarde de ayer llegaron al aeropuerto de San Pablo, en Sevilla, a bordo de un avión del Ejército del Aire, los restos mortales del guardia civil Luis Miranda, que resultó muerto en el atentado perpetrado en Oyarzun, informa José Aguilar. Tras ser trasladado el féretro al cementerio de San Fernando, se ofició en la capilla del mismo una rnisa córpore insepulto, en cuyo transcurso se produjeron escenas de dolor,

Al término de la ceremonia religiosa, el féretro fue cubierto con la bandera nacional y portado hombros por guardias civiles y policías nacionales hasta el lugar de su enterramiento, escuchándose diversos vivas a España y a la Guardia Civil.

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