La dirigente socialista Carmen García Bloise muere a los 57 años en Madrid, tras dos trasplantes de hígado
Representantes de todos los partidos políticos del arco parlamentario coincidieron ayer en señalar el coraje, la coherencia y la honestidad política de Carmen García Bloise, diputada y miembro de la ejecutiva socialista, que falleció en la madrugada de ayer en Madrid. La dirigente socialista murió en el hospital Gregorio Marañón de Madrid a causa de una infección generalizada después de un segundo trasplante de hígado.
Carmen García Bloise, casada con Rafael Robledo Roa, nació en Madrid en 1937 y se exilió a Francia en 1948. A los 15 años se afilió a las Juventudes Socialistas y a los veinte, al PSOE y la UGT. Trabajó como jefa contable de servicio en la fábrica Renault de París hasta 1975, fecha en que regresó a España. Al año siguiente empezó a ocupar cargos de responsabilidad en el PSOE y fue elegida diputada por Madrid en todas las legislativas.Políticos del PP como Isabel Tocino, Rodrigo Rato, Javier Arenas, Gabriel Cisneros, Rodolfo Martín Villa o Alberto Ruiz Gallardón acudieron ayer al tanatorio de Madrid para rendirle homenaje. Miquel Roca (CiU), Iñaki Anasagasti (PNV) o Diego López Garrido (IU) se sumaron a los elogios unánimes que la figura de García Bloise ha despertado entre la clase política, incluidos numerosos dirigentes socialistas, en la hora de su fallecimiento.
El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Felipe González, que estuvo en el tanatorio durante media hora antes de partir hacia París, afirmó que la dirigente socialista dedicó toda la vida a llevar a la práctica sus convicciones políticas. González subrayó la "pérdida muy sensible" que supone la muerte de "una magnífica mujer y muy solidaria, con grandes convicciones". La Comisión Ejecutiva del PSOE hizo público ayer un comunicado en que lamenta "la irreparable pérdida para el partido y para el socialismo" que supone la muerte de García Bloise.
García Bloise será enterrada hoy, a Ias 12.00, en el cementerio civil de La Almudena.