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LA NUEVA LEGISLATURA

Los renovadores critican a Leguina por entorpecer la marcha del cambio en el PSOE

El guerrismo, que vive sus horas más bajas, ha encontrado sin buscarlo cierto apoyo de sectores renovadores moderados ante los ataques ole sus compañeros más radicales de la Federación Socialista Madrileña (FSM), Joaquín Leguina y Teófilo Serrano, que lo han declarado "reducido a escombros". La mayoría considera un grave error "por innecesario" arremeter contra Alfonso Guerra y aparecer ante la sociedad como un sector que sólo busca el poder cuando el cambio se debe producir "de manera natural y sin estridencias". Los renovadores no quieren hacer de Guerra una víctima.

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Críticas desde todos los frentes

El responsable de formación de la Comisión Ejecutiva del PSOE, José Félix Tezanos, ha sido el único guerrista miembro de la dirección del PSOE que ha querido opinar sobre el ataque a su sector: "Si el discurso renovador se limita a la exclusión pierde toda credibilidad". Renovadores de Andalucía, Cataluña y Madrid, y dirigentes sin adscripción alzaron ayer su voz para pedir que se abandone el camino de la descalificación.Los guerristas que han decidido hablar lo han hecho con indignación. El portavoz del PSOE de Extremadura, Francisco Fuentes, manifestó que las declaraciones de Leguina son "repugnantes por excluyentes y totalitarias". Éste portavoz animó a Leguina para que "trabaje" para que en Madrid los socialistas no sigan perdiendo terreno.

Crear trincheras

El secretario de organización del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSIC), Josep Maria Sala, se desmarcó de las declaraciones de Leguina y abogó por la integración. "Nadie sobra. Sólo los que decidan autoexcluirse", dijo. Para Sala, miembro de la ejecutiva federal, las declaraciones de Leguina, son "desafortunadas", ya que pueden "crear trincheras dentro del partido".

Destacados exponentes del sector renovador, encabezados por el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, reunidos ayer en Barcelona en unas jornadas de reflexión política, desautorizaron también la actitud beligerante de, Leguina contra el guerrismo. Serra declaró que el debate en el PSOE es sobre ideas y no sobre personas, informa Enric Company. Esta tesis fue repetida por todos los asistentes, que eludieron pronunciarse sobre si Guerra continuará o no como número dos del partido tras el próximo congreso.

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"Voy a luchar en contra de que personalicemos ese debate, porque estoy en contra de que introduzcamos provocaciones y en contra de los que producen desasosiego", dijo Serra, que insistió en que el debate debe ser plural e integrador porque, alegó: "Dentro del PSOE caben todos los que aceptarnos el programa, el liderazgo de Felipe González, y querernos la transformación de esta sociedad".

En esta misma línea se pronunció ayer en Barcelona, el ministro de Obras Públicas, José Borrell, quien, pese a tener una buena relación con Leguina, rechazó la actitud de éste. "Hablar de personas es más fácil", afirmó, "y tiene más morbo que hablar, de ideas. Echar a uno o al otro. Yo no estoy por eso".

El debate abierto en el PSOE -tras la lectura de un manifesto por Joaquín Leguina, el miércoles, en favor de la renovación- no hubiera despertado estas reacciones si no hubiera expedido el certificado de defunción del guerrismo, ni reducido "a escombros" su discurso y si no hubiera insinuado que el. actual aparato del PSOE no es ajeno al fenómeno de corrupción que estuvo a punto de "italianizar" la vida española.

Dirigentes renovadores de otras federaciones, han. reaccionado con el objetivo dé llevar el debate por otros derroteros, preocupados porque la imagen que se está dando de su sector es una pura lucha de poder cuyo fin es el cambio de la actual ejecutiva por otra de signo renovador y, sobre todo, la desaparición política del actual vicesecretario general, Alfonso Guerra.

El paradigma del mensaje renovador tranquilo lo representa las declaraciones del secretario general de los socialistas vascos, Ramón Jáuregui, que abogó por la "unidad y la solidaridad" de las federaciones socialistas y rechazó las descalificaciones. Sin embargo, precisó: "Sin duda el proyecto de modernización y de renovación del socialismo y del PSOE lo encabeza González".

En este terreno es donde se sitúa hoy la inmensa mayoría de la militancia socialista. Según un dirigente renovador moderado, en estos momentos hay un sector guerrista, cada vez más pequeño, otro renovador extremadamente radical, encabezado por Leguina y parte de la Federación Socialista Madrileña, y un "terreno central" en el que está la mayoría, "dispuesta a seguir el proyecto que encabeza Felipe González".

La diferencia entre los renovadores radicales y moderados es que los primeros abogan por la desaparición política de Guerra y los suyos, en tanto que los segundos encuentran razonable que el guerrismo -incluido Guerra- tenga representación en los órganos de dirección que le correspondan.

Por libre

Personas cercanas a Leguina recuerdan que éste "siempre ha ido por libre" y es consciente de que sus declaraciones en ocasiones han molestado a González. No obstante, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, llegó a decir ayer: "Leguina ha tenido un mal día".

Manuel Escudero, que fue responsable del Programa 2.000 del PSOE y en tiempos estrecho colaborador de Guerra, aunque ahora está cercano a los renovadores, dijo ayer: "El debate debe ser ejemplar en las formas para que no entorpezca el fondo de las propuestas serias que hay que hacer para acercar el partido a la sociedad y a la participación política". Carmen García Bloise, miembro de la ejecutiva federal, señalaba, por su parte, que el necesario diálogo se da "de cachetes con la visceralidad de algunos compañeros". García Bloise confió en que en el próximo congreso pueda haber "una síntesis".

Los miembros de la corriente crítica del PSOE, Izquierda Socialista, no comparten la descalificación y las "exclusiones". Manuel de la Rocha y Antonio García Santesmases han reprochado, incluso a Felipe González, que en la formación del Gobierno sólo haya tenido en cuenta "a un sector del partido".

El ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba habló ayer de la importancia de las formas: "Hay que procurar que la estridencia desaparezca del lenguaje interno del PSOE". Pérez Rubalcaba recordó que en el PSOE existe una larga tradición de debate "al que hay que acercarse con voluntad de diálogo, integración y tolerancia".

Roca apoya a Guerra

El portavoz del Grupo Catalán en el Congreso de los Diputados y secretario general de Convergéncia Democrática (CDC), Miquel Roca, siempre ha tenido un especial afecto por el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, con el que ha compartido muchas horas de negociación desde que entraran en relación política en 1977. Roca muestra una suerte de solidaridad entre dirigentes de aparato y lo hace desde que empezaron las desgracias del vicesecretario general del PSOE. Ayer mismo salió en su defensa.En declaraciones realizadas en un programa de Catalunya Ràdio, Miquel Roca precisó que la culpa de la situación de la economía española no es de Guerra, "sino del PSOE y de Felipe González en concreto, que es quien ha dirigido la política española".

Roca afirmó que, pese a sus declaraciones, nunca ha sido "guerrista", pero aseguro tener "cariño por el personaje".

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