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LA OFENSIVA TERRORISTA

ETA mata a un policía municipal en Barcelona

El agente fue tiroteado por dos etarras que empujaban un coche averiado y cargado de dinamita

ETA volvió a matar ayer en Barcelona. Asesinó al agente de la Guardia Urbana Juan Miguel Gervilla Valladolid, de 38 años. El infortunio acabó con la vida del policía: él no era el objetivo de la banda, sino una autoridad, cuya identidad se desconoce, que supuestamente debía pasar por el lugar donde se produjo el crimen y contra la que se pretendía atentar con un coche bomba cargado con 13,5 kilos de dinamita.

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ETA volvió a matar ayer en Barcelona. Asesinó al agente de la Guardia Urbana Juan Miguel Gervilla Valladolid, de 38 años. El infortunio acabó con la vida del policía: él no era el objetivo de la banda, sino una autoridad, cuya identidad se desconoce, que supuestamente debía pasar por el lugar donde se produjo el crimen y contra la que se pretendía atentar con un coche bomba cargado con 13,5 kilos de dinamita.Los hechos sucedieron sobre las 7.45, en el cruce de la avenida Diagonal de Barcelona con la calle de Numància, en la zona alta de la ciudad, donde abundan las sedes centrales de bancos y empresas. A esa hora, un Fiat Uno de color rojo, matrícula B-5811-HW, interrumpía el tráfico en un carril de la calzada lateral de la Diagonal a causa de una avería, por lo que el policía se dirigió hacia los dos hombres que empujaban el coche. Al advertir su presencia, uno de los terroristas forcejeó con el agente al tiempo que el otro le descerrajaba dos tiros que le entraron por debajo de la oreja izquierda y le ocasionaron la muerte instantánea.

Huida a pie

Los terroristas huyeron a pie en dirección a una estación de metro que se encuentra a unos 500 metros, aunque no se tiene la certeza de que tomasen ese transporte. A 25 metros del lugar del crimen perdieron un cargador en cuyo interior había 14 de las 16 balas que es capaz de albergar, del calibre nueve milímetros Parabellum. Es la munición utilizada habitualmente por ETA, la misma que se empleó para asesinar al ex ministro de Sanidad Ernest Lluch, el pasado 21 de noviembre, en el garaje de su casa, situada muy cerca del lugar de este nuevo atentado. Hacía seis años que el agente se encargaba de regular el tráfico en esa zona. Ayer realizaba el turno de mañana, que comienza a las seis en punto.La delegada del Gobierno en Cataluña, Julia García-Valdecasas, aseguró ayer que el objetivo del atentado era "alguna autoridad que debía pasar por la zona". Igualmente, afirmó que la muerte del policía "ha salvado la vida de varias personas". Pasadas las diez de la mañana, el juez de guardia ordenó el levantamiento del cadáver y 25 minutos después los especialistas de la policía desactivaron el artefacto, introducido en una olla. La bomba estaba compuesta por 13,5 kilos de dinamita, procedente de la que fue robada durante la tregua en Plevin (en Bretaña, Francia), y otro kilo de hexógeno, una sustancia que actúa como potenciador. Un kilo y medio más de tornillos debía incrementar el efecto devastador. La carga tenía un cono para dirigir su efecto en una sola dirección al paso del vehículo en el que viajaría el objetivo de ETA.

El explosivo sólo estaba pendiente de una última conexión para activarlo a distancia. La carga estaba situada en el lado derecho del maletero y para su desactivación hubo que volar la cerradura del portón. La policía considera que los dos terroristas que participaron en el crimen de ayer pertenecen al comando Barcelona -el otro es una mujer- que empezó a actuar hace hoy tres meses, con el asesinato de José Luis Ruiz Casado, concejal del PP de Sant Adrià de Besòs.

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Fuentes de la investigación aseguraron ayer que la cantidad de explosivos hallados es suficiente para causar una matanza en caso de que el objetivo hubiese sido un edificio público o una comitiva oficial. Tras el atentado, la policía montó un dispositivo de seguridad que originó retenciones de 30 kilómetros a la entrada de Barcelona.

La zona en la que se produjo el asesinato del policía está situada a apenas 100 metros de los jardines Clara Campoamor, en los que el 2 de noviembre explotó un coche bomba que ocasionó dos heridos. La capilla ardiente con el cadáver del policía fue instalada anoche en el Ayuntamiento de Barcelona. Entre las múltiples muestras de duelo enviadas ayer figura un telegrama del Rey remitido a la viuda del policía.

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