Felipe González insta a su partido a recuperar el voto de centro sin dejar de mirar a la izquierda
La reunión del Comité Federal del PSOE, ce lebrada ayer en Madrid para analizar la derrota en los pasados comicios municipales y autonómicos, no provocó el debate profundo que parecían augurar las declaraciones dealgunos dirigentes socialistas los últimos días. Las voces que pedían cambios en el Gobiemo, atribuyendo a la política del Ejecutivo el fracaso electoral, se acallaron, y Felipe González dejó claro que sigue teniendo las riendas del partido. El número uno socialista,que responsabilizó "a todos" de la derrota del 28-M, aseguró que el PSOE sólo ganará las próximas elecciones legislativas si recupera el voto de centro sin dejar de mirar a la izquierda. Un doble objetivo que González cree compatible y, sobre todo, a su alcance.
El comité transcurrió mucho más tranquilo de lo que algunos parecieron indicar días atrás. Una vez que tanto el secretario de Organización, Cipriá Ciscar, como el propio González constataron la derrota sufrida y el enorme poder territorial perdido, todas las suspicacias por una impresión de inicial optimismo desaparecieron.
Según González, gana las elecciones quien se hace con el centro sin dejar de mirar a la izquierda y, por tanto, con la continuación de políticas de solidaridad. El dirigente catalán Raimón Obiols expreso esa misma idea así: "Necesitamos un sólido anclaje en la izquierda para recuperar el voto de centro". El ministro de Obras Públicas, José Borrell, empezó por decir que "los más conspicuos pensadores liberales del país tienen el carné del PSOE". A continuación denostó a quienes defienden que el mercado por sí solo tiene la solución de los problemas.
Los turnos de intervenciones se centraron tanto en las causas de la derrota como en la manera de superarla. Desde el guerrista José Félix Tezanos hasta el secretario general de la Federación Socialista Madrileña, Joaquín Leguina, se habló de las capas medias urbanas, que tan claramente les han abandonado. Leguina dijo que no hay que marcarse objetivos en primera instancia, sino cómo "transformar en posiciones políticas el malestar urbano". Leguina se extendió, en tono irónico-humorístico, en describir el "tinglado perfecto de comunicación" que había montado el PP. La contraofensiva "con un equipo de comunicación con claro componente político", es para él una prioridad.
Sin duda, algo parecido se pondrá en marcha, acompañado de una conferencia del partido para adecuar la estructura organizativa del PSOE a las grandes ciudades para recuperar el contacto con los problemas de los ciudadanos.
Aunque algunas voces, minoritarias, le pidieron cambios en abstracto, González reclamó "prudencia" a quienes opinan sobre la necesidad de cambio de Gobierno: "Nadie del Gobierno central ha hecho valoraciones sobre cómo han gobernado las comunidades autónomas". Según su visión, el partido puede pedir al Ejecutivo que cumpla los acuerdos programáticos. Otra cosa es que el Gobierno tenga serias dificultades para llegar a los ciudadanos porque "no se logra romper la barrera de la comunicación". El único dirigente que abogó por cambios en el Gobierno fue el ex ministro de Justicia Enrique Múgica.
El líder socialista se vio apoyado en su discurso de preparar desde hoy mismo "una estrategia para la recuperación". La cohesión interterritorial, la solidaridad, las políticas de mejora de calidad de vida, convencer a los ciudadanos reticentes..., son tareas que propuso para no darlo todo por perdido y ganar en 1997.
