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La droga no es ajena a ETA, según el gobernador de Guipúzcoa,

El gobernador civil de Guipúzcoa, José Ramón Goñi Tirapu, ha manifestado que no puede aseverarse que ETA esté implicada en el tráfico de drogas, pero que existen datos suficientes para poder decir que la droga no es algo precisamente ajeno a esa organización terrorista ni a Herri Batasuna. Goñi Tirapu se ha reafirmado en las declaraciones en las que vinculó a HB a algunos de los detenidos en las últimas operaciones de incautación de droga desarrolladas en Guipúzcoa, y dijo que el caso de Pedro Mariñalarena, el presunto activista heroinónamo actualmente huido, cuenta con precedentes.La adscripción política a HB de varios detenidos en la incautación en Hondarribia de 1.118 kilogramos de hachís -Bonifacio Sagarzazu, Javier Txapartegui, Luis Larretxea y Fernando Irazoki-, ha sido corroborada por distintas fuentes consultadas por este periódico en esa población guipuzcoana. Estas fuentes señalan que en Hondarribia las declaraciones del gobernador civil no han supuesto ninguna novedad. "Entre los detenidos hay de todo, y ya se sabe que algunos de ellos han hecho campaña electoral a favor de HB o han particpado en manifestaciones y asambleas de este partido".

El concejal de HB de Hondarribia y presidente de la Cofradía de Pescadores, Esteban Olaizola, indicó que no puede afirmar si esos cuatro detenidos simpatizan o no con HB. "Los votos son secretos y yo no puedo contestar a eso". La Cofradía de Hondarribia ha decidido expulsar a Bonifacio Sagarzazu, el patrón del barco en el que se trasladó supuestamente la droga a tierra, y los concejales de HB propusieron al resto de la corporación personarse como acusación particular en el proceso judicial.

Al hilo de las declaraciones del gobernador civil, medios policiales han indicado que el consumo de estupefacientes por parte de activistas de ETA no es un hecho precisamente extraordinario. En estos medios se apunta que algunos activistas de los comandos Igeldo y Oker, ya desarticulados, perpetraron atracos en parte para abastecerse de droga.

Como prueba de esas pretendidas conexiones entre presuntos activistas y el mundo de la droga, conexiones que se limitan en todo caso a individuos concretos, esas fuentes policiales aluden a José Manuel Paz, un presunto integrante de un comando legal armado de ETA huido a Francia y detenido el 13 de junio del pasado año en Saint Paul-les-Dax con 91 kilos de hachís, 30 gramos de cocaína y tres pistolas y un revólver. Su detención permitió a la policía francesa arrestar, a su vez, a María Isabel Urdangarin, presunta colaboradora del comando Txapela.

Caso ilustrativo

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Otro caso que la policía considera ilustrativo implica a Odón Uribarreria, quien, según estas fuentes, fue detenido años atrás por la Brigada de Estupefacientes, que encontró en su casa varios kilos de droga dura, cocaína o heroína. Las mismas fuentes policiales indican que Odón Uribarrena fue puesto en libertad por un juez ante la duda de si la droga pertenecía a él o a su hermano, y que dos años después el antiguo sospechoso logró burlar a los policías que le buscaban por su supuesta conexión con el comando Nafarroa.Por otra parte, el responsable de la Oficina de la Presidencia del Gobierno vasco para la lucha contra las drogo dependencias, Jesús Laguardia, ha condenado las declaraciones en las que el gobernador civil de Guipúzcoa informó que el presunto jefe del comando Txarito, recientemente desarticulado, era heroinómano. Jesús Laguardia ha señalado que no se puede desprestigiar o descalificar a nadie por ser adicto a cualquier droga "cuando nuestra sociedad empieza a estar de acuerdo en que un heroinómano es un enfermo más". Un portavoz del Gobierno Civil ha indicado que ese intento de descalificación al que alude Jesús Laguardia no estuvo en el ánimo del gobernador civil, cuyas palabras respondían, de acuerdo con ese portavoz, al exclusivo propósito de mostrar la contradicción en la que ETA incurre cuando asesina por sospechas infundadas a una persona honesta como Jesús Aizpiri y mantiene a un heroinómano, un enfermo, como responsable de un grupo de activistas armados.

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