Guerra considera que ha llegado el momento de una "ley de hierro" para los beneficios empresariales

El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, defendió ayer la primacía "de lo político en el debate económico" y aseguró que quienes piensan que los socialistas nada tienen que decir sobre economía al dar por sentado el libre mercado "encierran mucho contrabando ideológico". Guerra inauguró en Sevilla el sexto encuentro sobre el futuro del socialismo que organiza la Fundación Sistema, que él preside, con el titulo en esta edición de Socialismo y economía. El vicepresidente del Ejecutivo afirmó que quizá ha llegado el momento de "pensar en una ley de hierro para los beneficios empresariales", al igual que se aplica una ley de este tipo para los salarios cuando se trata de luchar contra la inflación.

Políticos y pensadores de izquierda de Europa, EE UU, Latinoamérica y la URSS se reunieron ayer en Sevilla en torno a estas jornadas de Socialismo y, economía, que serán clausuradas mañana, domingo, por el presidente del Gobierno, Felipe González.

La búsqueda de fórmulas para potenciar los valores del socialismo democrático frente a las tesis neoconservadoras constituye el hilo conductor de las ponencias de estos politólogos en un momento en el que el fracaso del modelo comunista ha puesto en cuestión todo el pensamiento de la izquierda. La, separación entre comunismo y socialismo es un argumento que ayer se repitió

Guerra, en un discurso de casi hora y media, expuso sus ideas y destacó muchas de las expuestas en ponencias por sus compañeros de debate, defendiendo la primacía de lo político sobre lo económico. El vicepresidente negó las tesis de quienes dan por terminado el modelo de Estado de bienestar, y aseguró que continúa vigente, aunque hay que buscar fórmulas que satisfagan las nuevas necesidades sociales. El número dos, del PSOE, así como otros ponentes, dio por aceptado el modelo de mercado, pero otorgando al Estado un papel importante: "No hay que renunciar a la intervención del Estado en el mercado desde unas posiciones progresistas".

Recetas contra la inflación

Asimismo se extendió sobre las recetas que hasta ahora han imperado para luchar contra la inflación. "Es el Estado y no el mercado quien debe asegurar la estabilidad de los precios". En esta línea, dijo: "Hay que ir contra algunas creencias que ponen sólo el acento en limitar los salarios y no los beneficios; quizá ha llegado el momento de pensar en una ley de hierro para los beneficios, al igual que existe para los salarios".

Guerra criticó el modelo de relaciones laborales "que viene de Oriente, de Japón", así como la concentración de poder. En este apartado citó expresamente a los monopolios de la información, que actúan, según sus palabras, "como transmisores de ideología, de la misma manera que antes lo hacía la escuela o la familia".

El vicepresidente pidió además un esfuerzo para que los pensadores de izquierda busquen las políticas concretas que conduzcan "a la equidad, la igualdad social y la paz".

Entre los invitados al encuentro se encontraba el eurodiputado de Izquierda Unida y militante del PCE Fernando Pérez Royo, quien afirmó que quizá "hubiera sido más correcto" que los organizadores del encuentro invitaran "a personas más relevantes" de su formación política, aunque igualmente agradeció la invitación.

Tom Bottomore, catedrático de Sociología británico; Fernando Henrique Cardoso, ca-, tedrático de Políticas de la Universidad de Sáo Paulo; Boris Likhachev, historiador soviético, y el socialista y vicepresidente del Gobierno italiano, Claudio Martelli, son algunos de los asistentes, junto a los españoles Ludolfo Paramio, Manuel Castells, Ramón Vargas Machuca, José Félix Tezanos y Manuel Escudero.

[Antonio Guerra, uno de los hermanos del vicepresidente, intentó entrar en la sala en la que el número dos del PSOE estaba pronunciando su conferencia, lo que fue impedido por los guardas de seguridad al no estar acreditado, informa Efe].