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El primer Consejo de Ministros del nuevo Gobierno designa a hombres de confianza de Alfonso Guerra

El primer Consejo de Ministros celebrado por el nuevo Gobierno de Felipe González realizó ayer el nombramiento del primer secretario de Estado del Gabinete, José Teófilo Serrano, encargado de la Administración Pública, así como de los cargos jerárquicamente más próximos a los ministros de Economía, Obras Públicas, Trabajo, Industria y Trasportes. Los nombramientos, que alcanzaron a otros cuatro departamentos en niveles inferiores, siguen la pauta marcada en la configuración del tercer Gobierno de González, con la introducción de pocos cambios y la presencia de hombres de confianza, que han destacado por ser fieles cumplidores de las instrucciones del presidente y el vicepresidente. La designación trasluce asimismo la influencia de Alfonso Guerra.

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Los nombramientos en el Ministerio de Economía, Hacienda, por los que José María García Alonso, hasta ahora director general del Tesoro y Política Financiera, pasa a ser subsecretario del Ministerio, y Pedro Martínez Méndez, que sustituye a García Alonso en su cargo anterior, constituyen un círculo cerrado, si se incluye el cese del actual subsecretario de Economía, Miguel Martín, quien será nombrado en breve director general del Banco de España. Pedro Martínez Méndez ocupaba hasta ayer el puesto número dos en el servicio de estudios del banco emisor. La interconexión entre el Ministerio de Economía y Hacienda y la autoridad monetaria es algo común en la mayor parte de los países occidentales; y, de hecho, también en España.Raimundo Ortega, director general del Tesoro y Política Financiera con Miguel Boyer, volvió al Banco de España, con categoría de director general, después de haber llevado a cabo una profunda reforma del sistema financiero en la primera legislatura socialista. El hasta ahora subsecretario de Economía se encargará de la supervisión bancaria y García Alonso pasará a desempeñar la subsecretaria.

La confirmación o la remoción de los dos actuales secretarios de Estado, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en el área económica, y de José Borrell, en el campo fiscal y presupuestario, tendrá que esperar, como mínimo, hasta noviembre, una vez que los Presupuestos Generales del Estado para 1987 estén definitivamente cerrados. La continuidad de los dos simultáneamente es puesta en duda por numerosas fuentes oficiales, pues es conocida la irreconciliable condición de los criterios que sostienen. También se apunta que el ministro Carlos Solchaga cree llegado el momento de nombrar hombres "más de su línea". Cualquier cambio en estas Secretarías de Estado produciría alteraciones en los responsables dependientes de los dos actuales titulares.

El cambio en la presidencia del Instituto Nacional de Industria (INI) no es sino un corrimiento lógico de puestos, ya que el paso del ex presidente Luis Carlos Croissier a titular de Industria ha abierto el camino a Claudio Aranzadi, hasta ahora vicepresidente. En fuentes oficiales se insiste en que era el mejor camino para que el actual ministro de Industria y Energía pudiera mantener las riendas de la marcha del holding estatal, cuyo proceso de reestructuración y enajenación de empresas había acaudillado Croissier. La misma línea de coherencia con el nuevo ministro se confirma con el nombramiento del nuevo susecretario, Miguel Ángel Feito, quien sustituye a Eduardo Santos. Éste último había mantenido algunas diferencias con el ex presidente del INI.

Dentro del mismo departamento de Industria, Fernando Maravall, hermano del ministro de Educación, sustituye a Martín Gallego al frente de la Secretaría General de la Energía. Éste es un puesto delicado, ya que a lo largo de los últimos años ha sido protagonista de numerosos roces con las compañías eléctricas.

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Los nuevos nombramientos muestran asimismo un triunfo de las tesis de Narcís Serra, en la medida en que ha situado a un hombre de su confianza -Carlos Miranda y Elio, asesor ejecutivo suyo desde 1983- como director general de Asuntos Internacionales de Seguridad en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Carlos Miranda, casado con Odette Suárez de Puga, jefa de la secretaría de Carmen Romero, esposa del presidente del Gobierno, llegó al gabinete de Narcís Serra en el Ministerio de Defensa tras ser destituido como director general de Política Exterior para Iberoamérica, al ser considerado responsable de que un discurso pronunciado por el Rey Juan Carlos en una estancia oficial en Brasil incluyese párrafos idénticos a los contenidos en un artículo publicado poco antes por Felipe González en Le Monde Diplomatique.

El Gobierno promovió al empleo de teniente general al general de División del Ejército de Tierra Juan Castellanos Gómez, hasta ahora jefe de la División Acorazada Brunete.

Miembro de la segunda promoción de la Academia General Militar, presidió en 1983 -año en el que ostentaba la jefatura de la Brigada Paracaidista- el Consejo de Guerra contra los militares implicados en los preparativos de un golpe de Estado para el 27 de octubre de 1982. Es considerado "muy profesional".

Por otra parte, el Consejo de Ministros de ayer acordó declarar "zona de acción especial" las comarcas de Murcia y Alicante afectadas por el desbordamiento del río Segura tras las tormentas del fin de semana pasada.

El Gobierno dió ayer por terminada su actividad política, ya que no habrá nueva reunión del Consejo de Ministros hasta el próximo día 22, cuando abordará a fondo el estudio de los Presupuestos Generales del Estado para 1987.

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