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ELECCIONES 6 JUNIOLOS SOCIALISTAS

Felipe González: "He entendido el mensaje"

El PSOE se considera en condiciones parlamentarias de formar un Gobierno monocolor tras vencer en las elecciones de ayer. Así lo dejó ver el presidente del Gobierno, Felipe González, en torno a la una de la madrugada pasada, aunque precisó que iba a promover de inmediato el diálogo "con las fuerzas sociales, sindicales y parlamentarias para garantizar la gobernabilidad". El inicio de una nueva etapa, según sus palabras, parece que va a ser un hecho: "He entendido el mensaje de los ciudadanos: quieren el cambio del cambio". Ministros del Gobierno echaban anoche las cuentas y sumaban los escaños de su partido a los de CiU y el PNV. Los resultados sorprendieron a todos los dirigentes socialistas al superar en tres o cuatro diputados sus mejores expectativas.

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Anoche se vivió en el hotel Palace de Madrid una suerte de revival de lo que fue el 28 de octubre de 1982 en ese mismo lugar. No hubo foto desde la ventana con un Felipe González y un Alfonso Guerra con las manos entrelazadas sujetando una rosa roja, pero sí comparecieron juntos ante sus militantes. Carmen Romero, diputada por Cádiz y esposa del presidente del Gobierno, le acompañaba, así como el secretario de organización, Txiki Benegas, y el presidente del grupo parlamentario, Eduardo Martín Toval. Todos ellos se limitaron a aplaudir y a sonreír mientras hablaba González.Dos horas antes de que Felipe González llegara al hotel, el vicesecretario general, Alfonso Guerra, adelantó lo que posiblemente será doctrina oficial en las próximas horas. El vicesecretario general, a la vista de los resultados, señaló a las 22.30 horas que su partido tenía una mayoría que hacía posible un Gobierno monocolor. Felipe González indirectamente lo remachó. "Estamos dispuestos a establecer un diálogo con las fuerzas sociales, sindicales y con los grupos parlamentarios para que sea posible la gobernabilidad, aunque tengo que decir que el PSOE ha obtenido muy buen resultado". Tanto Guerra como González no pudieron ocultar su satisfacción al comparar los votos logrados ayer y los obtenidos en la histórica noche electoral del 28 de octubre de 1982.

El líder socialista dio igualmente muestras de no desviarse ni un ápice de lo que ha sido su promesa durante su campaña electoral. Está dispuesto a llevar adelante "un proyecto de progreso que impulse la vida política y económica del país". No dejó pasar la ocasión de ofrecer el mensaje de que la renovación se producirá porque entiende que los ciudadanos la quieren. Renovación interna y externa. "He entendido bien el mensaje, los ciudadanos quieren el cambio sobre el cambio".

"Emocionado"

González dijo sentirse "emocionado" ante el recibimiento de los congregados y ante el hecho de que "por cuarta vez" comparecía en situación similar al haber obtenido "la confianza mayoritaria de los ciudadanos".

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El terreno lo había preparado ya Alfonso Guerra cuando anunció en el mismo hotel que el PSOE había sido el partido más votado. Ministros y altos cargos de la Administración reconocían que no esperaban un resultado tan favorable y formulaban sus análisis, todos ellos coincidentes. Los abstencionistas del 89 y antiguos votantes de Izquierda Unida habían dirigido esta vez su voto al PSOE. "Si la derecha no nos ha ganado ahora, ya no nos gana nunca", señalaba un ministro.

Entre abrazos efusivos, unos y otros formulaban rápidas rememoraciones de lo que ha sido la situación del PSOE en el último año. "Nos hemos estado pegando a muerte, la situación económica está en su peor momento y había cundido la imagen de que todos éramos corruptos", señalaba un director general. La conclusión de todo ello era la de que este país "sigue rechazando a la derecha que representa José María Aznar", con independencia de que él no tenga nada que ver con el pasado.

Las declaraciones sosegadas del presidente del PP, escuchadas en la sede socialista a través de monitores de televisión, fueron acogidas muy favorablemente por la militancia socialista. Por eso todos aplaudieron sin reservas cuando Felipe González felicitó "a todas las fuerzas políticas que han obtenido resultado en estas elecciones democráticas".

En esta noche electoral todos los comentarios seguían en la línea del propósito de la enmienda que se ha escuchado en la campaña en las filas socialistas. "Hay que denunciar cualquier sospechoso de corrupción", decían con entusiasmo altos cargos de la Administración.

Felipe González acabó la noche electoral con el mismo tono con el que empezó la campaña. Daba gracias por doquier por la confianza que le habían otorgado nuevamente los ciudadanos y agradecía "el entusiasmo" de los militantes y todos los que le habían acompañado en este esfuerzo por ganar por cuarta vez las elecciones personalizadas en él más que nunca. "Mi gratitud es absoluta, gracias a todos los que habéis puesto el alma en esta campaña se despidió González cuando en el hotel Palace tronaban los gritos de "¡Presidente, presidente! ".

Gobierno sólido

El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, fue rotundo ya de madrugada al afirmar: "Estamos en condiciones de formar un Gobierno estable y sólido que es lo que el país ha mostrado que queria y que necesitaba", informa Camilo Valdecantos. No fue tan contundente a la hora de pronunciarse sobre la necesidad de un Gobierno de coalición, aunque repitió en dos ocasiones que el partido socialista estaba "abierto a la cooperación" para añadir que será el presidente del Gobierno -para Serra, sin duda, Felipe González- quien tomará esta decisión. Serra se mostró eufórico al resaltar que el PSOE ha obtenido más votos que en 1989 y que ésta es la cuarta ocasión consecutiva en que los socialistas ganan unas elecciones.

Narcís Serra insistió: "En el PSOE tomamos buena nota e invitamos a todos a reflexionar sobre la exigencia de mayor transparencia política, mayor cerca nía a los ciudadanos y a los problemas concretos".

Guerra evoca la victoria de 1982

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, compareció ante los medios de comunicación en el hotel Palace de Madrid pasadas las once de la noche y, en un tono frío, anunció la victoria socialista, que con casi 9,5 millones de votos, según él, comparó con los 10 millones de 1982, el primer año del triunfo socialista, entonces por mayoría absoluta.Si no fuera por las sonrisas de satisfacción del secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas, y el ex portavoz. del Grupo Parlamentario Socialista, Eduardo Martín Toval, que flanqueaban a un impertérrito Guerra, nadie diría que el PSOE había ganado las elecciones.

Guerra mostró su satisfacción con la aproximación a los votos del mítico año 1982 y evocó la noche del 28 de octubre de aquel año. El vicesecretario general del PSOE no se permitió más alegrías. Se mostró muy parco y señaló que una parte importante de los abstencionistas de las últimas convocatorias se habían volcado esta vez a favor del PSOE para evitar un triunfo de la derecha.

Empleó también su parquedad a la hora de referirse a otras fuerzas políticas. Él se limitaba a hacer pública la encuesta que había realizado el propio PSOE, que le daba 158 escaños frente a 141 del PP, y no tenía nada que decir sobre las manifestaciones de otros dirigentes.

Guerra, muy apegado en todo momento a los datos, rehuyó otro tipo de manifestaciones de satisfacción, que dejó a la valoración que haría más tarde González.

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