Testigos marroquies afirman que un motor del Aviocar que cayó en Guinea estaba parado
Militares marroquíes que estaban en un cuartel próximo al lugar donde el pasado día 2 se estrelló un Aviocar español en Guinea Ecuatorial han declarado a los investigadores del Ejército del Aire que, momentos antes del accidente, pudieron observar con claridad que el motor derecho del avión estaba parado. Este dato refuerza de nuevo la conclusión provisional de los investigadores de que el siniestro, en el que perecieron 22 personas, se debió a un fallo del motor derecho de la aeronave.Tras recuperar del fondo del mar los primeros restos del avión, se comprobó que los pilotos del mismo habían puesto en posición de parada todos los mandos correspondientes al motor derecho, lo que indica que éste había fallado momentos antes de que se produjera el siniestro.
Un teniente coronel del Ejército del Aire, que actúa como juez instructor del caso, dirige la investigación oficial del accidente, en la que también participan militares ingenieros del Ala 35 -a la que pertenecía el avión- y del Mando de Material del Estado Mayor del Ejército del Aire.
La investigación del caso se prolongará al menos durante un mes más. Incluirá el traslado a España, para un minucioso examen técnico, de los restos del aparato, operación que está prevista para esta misma semana. Inicialmente, los investigadores tratan de analizar si la avería del motor se debió a un fallo mecánico, a una maniobra irregular del piloto o a otras causas como pudiera ser la mezcla de combustible con agua debido a la elevada humedad de la zona o a alguna otra causa.
Igualmente, los técnicos del Ejército del Aire investigan por qué el avión giró bruscamente hacia arriba segundos antes de iniciar su caída al mar. Algunos expertos estiman que este extraño movimiento pudo deberse a que algunos ocupantes del aparato se dirigieron precipitadamente hacia la parte trasera de la cabina al comprobar que el avión perdía altura y acabaría precipitándose al mar.
Molestos con la Embajada
Fuentes del Ejército del Aire indican que no es posible que esa brusca maniobra hacia arriba hubiera sido realizada por el piloto del avión, Rafael Salcedo Aguilar, quien tenía 3.600 horas de vuelo, 2.500 de las cuales las realizó a bordo de Aviocar. Salcedo, además, conocía perfectamente el terreno, ya que había estado en Guinea en seis ocasiones, permaneciendo cada vez dos meses destacado en el país con los Aviocar.De otro lado, las fuentes militares informantesse han mostrado molestas con las afirmaciones hechas desde la Embajada española en Guinea en el sentido de que'desde la misma se habían prohibido los vuelos rasantes a los Aviocar. "En ningún lugar consta escrito alguno sobre el tema", precisaron.
