_
_
_
_
_

Gibraltar vuelve a sacar combustible del 'New Flame' y renuncia a partir el buque

Los ecologistas exigen conocer la carga del barco panameño que chocó con un petrolero

Viraje en la operación del New Flame. Las autoridades de Gibraltar ordenaron ayer reiniciar la extracción del combustible que almacena el carguero panameño, semihundido a media milla del Peñón con 500 toneladas de gasóleo y 27.000 de chatarra desde el pasado día 12. Veinticuatro horas después de que los equipos de rescate intentaran romper en dos mitades el casco para remolcar la parte de popa, donde se guarda el combustible, los técnicos han comprobado que ni las mareas ni los tirones han minado excesivamente el estado de la embarcación.

Más información
Un 'souvenir'

"En estas operaciones complejas, la situación puede cambiar de un momento a otro", indicó ayer el ministro para Asuntos Portuarios de Gibraltar, Joe Holliday.

Los equipos de buceadores comprobaron que el New Flame está mejor de lo esperado, a pesar de haber colisionado con un petrolero -el Tom Gertrud-, de permanecer encallado durante 10 días con sus consiguientes mareas, de tener una grieta en el casco y de experimentar sacudidas para tratar de forzar su rotura en dos mitades. Pese a todo ello, los técnicos señalaron ayer que el barco conserva el 60% de su resistencia, lo que hace improbable que pueda ser partido como habían pretendido el día anterior.

En un comunicado, las autoridades de Gibraltar anunciaron el abandono de esta operación y la reanudación de la extracción de combustible, que comenzó por la tarde. Ya durante la mañana se podía observar desde Punta Europa que los tirones habían cesado porque el New Flame está tan cerca de la costa de Gibraltar -a media milla- que ni siquiera se dejó de ver con la bruma que disimulaba ayer el habitual trasiego marítimo del Estrecho. Joe Holliday insistió en que los planes se cambiarán cada vez que sean necesarios.

La recuperación del combustible se prolongará hasta hoy, al tiempo que el equipo de salvamento trata de mejorar la flotabilidad del carguero semihundido y estudian la fórmula para tratar de remolcar a la embarcación. En el interior del barco permanecen 500 toneladas de combustible y 27.000 de chatarra, que casi preocupan más a los grupos ecologistas que el gasóleo en sí mismo por el desconocimiento sobre la naturaleza de estos residuos. El Environmental Safety Group, una asociación ecologista de Gibraltar, reclamó ayer por escrito a las autoridades del Peñón que les aclare el origen y el contenido de la chatarra. "Queremos saber qué hay exactamente en el barco y si se va a recoger todo lo que hay en su interior", indicó la cofundadora del grupo, Janet Howitt.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La portavoz ecologista también inquirió sobre el protocolo que rige entre Gibraltar y España a propósito del tráfico marítimo. Tanto ella, como sus colegas del Campo de Gibraltar, consideran necesario que se intensifique la colaboración entre ambas partes para garantizar una mayor seguridad en el Estrecho. La Asociación Gaditana para la Defensa y Estudio de la Naturaleza (Agaden) recordó ayer que desde julio de 2000 se han producido nueve accidentes graves en la zona. "Ante la secuencia continua de siniestros en la zona, las prácticas de gran riesgo ambiental y la continua existencia de vertidos, entendemos que es absolutamente necesario un acuerdo entre España, Reino Unido y Gibraltar sobre las aguas de la Bahía de Algeciras", reclamó el presidente de Agaden, Juan Antonio Carrasco.

Todos los conservacionistas tienen en la memoria un incidente ocurrido en la factoría de Acerinox en Los Barrios, también en la comarca, en mayo de 1989, cuando se detectó una cápsula de Cesio 137 (isótopo radiactivo) en una partida de chatarra.

El portavoz de Verdemar-Ecologistas en acción, Antonio Muñoz, alertó ayer de que un vertido de la chatarra del New Flame podría ser "más dañino" que el propio fuel porque los metales pesados, al depositarse en el mar, afectan a la cadena trófica. "Dudamos del nivel de contaminación que puede tener la chatarra, ya que no es la primera vez que partidas de este tipo son detectadas en el Campo de Gibraltar con cierto grado de radiactividad", recordó. El ecologista también destacó que el barco que portaba la chatarra para Acerinox "salió de Gibraltar sin los permisos aduaneros y portuarios". La colisión entre el New Flame y el Torn Getrud ocurrió cuando el primero abandonó el puerto Gibraltareño sin autorización.

Hasta el momento, las autoridades de Gibraltar sólo han informado de que se trata de 27.000 toneladas de "chatarra genérica, cuyo origen se sitúa en Nueva York y su destino era Turquía". El barco panameño había realizado escala en Gibraltar para llevar a cabo tareas de abastecimiento de combustible.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_