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El Gobierno balear capea el vendaval

El PSOE se libra del parlamentario de UM que podía darle la mayoría al PP y Francesc Antich se siente con fuerza para seguir gobernando hasta 2011

La renuncia a su escaño del diputado de Unió Mallorquina (UM) Tomeu Vicens, condenado a cuatro años y medio de cárcel por corrupción, ha dado confianza a los partidos que forman el Gobierno de Baleares (PSOE, UM y Bloc) para seguir adelante, porque el Partido Popular ha perdido bazas para intentar derribarles. El presidente autonómico, Francesc Antich (PSOE), da por "recobrada la fuerza de la mayoría" y augura "estabilidad" para su Ejecutivo.

Pero eso no impide que Unió Mallorquina siga en el ojo del huracán. El mismo día que Tomeu Vicens renunciaba a su escaño, la presidenta del Parlamento balear, Maria Antònia Munar (UM), dio plantón al juez para declarar como imputada por presunto desvío de fondos públicos. El consejero de Medio Ambiente, Miquel Àngel Grimalt, de UM, prestó declaración en la misma causa también como imputado.

El presidente autonómico está decidido a resistir y seguir con UM
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Antich sabe que con la marcha de Vicens amaina el temporal pero persisten los nubarrones, porque quedan pendientes sentencias en varios casos en los que están imputados miembros de Unió Mallorquina que son claves para que el PSOE conserve la mayoría en varias instituciones. Pero la marcha de Vicens elimina el riesgo de que su voto dé mayoría al PP, que además tiene a cuatro parlamentarios imputados, más la investigación judicial sobre el supuesto enriquecimiento irregular del ex presidente balear Jaume Matas.

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Antich está decidido a resistir. Se entendió bien con Munar, pero ella se siente víctima de actuaciones auspiciadas por el PSOE. Enriquecida en negocios con su marido -Miquel Munar, imputado también por presuntos delitos de corrupción-, tuvo una empresa que obtuvo subcontratas en obras públicas. Ella y su partido, Unió Mallorquina, han dominado casi 20 años -con gobiernos del PP y del PSOE- el urbanismo balear.

Con amplia experiencia en la confrontación y la polémica después de 30 años en el poder, Munar y UM afrontan la peor legislatura, por la lluvia de escándalos. La presidenta del Parlamento se queja de la "destrucción" de su imagen pública.

En Unió Mallorquina ha impactado el listón marcado en la sentencia del Tribunal Superior sobre Tomeu Vicens: cuatro años y medio de cárcel por prevaricar y malversar 12.020 euros. Y otro colaborador de Munar, Damià Nicolau -ex secretario general de UM, como Vicens-, ha sido condenado a dos años y medio. De los diez imputados en la causa, ocho son dirigentes de primera fila, entre ellos el presidente de UM, Miquel Àngel Flaquer.

El PSOE resalta la corrupción relacionada con los años de Gobierno del PP en Baleares -"la época más oscura", afirma- y evita mirar hacia la de UM, partido que sustenta sus gobiernos en Palma y el Consell de Mallorca. Munar y UM son las amistades inevitables, y peligrosas, en la alianza PSOE-UM-Bloc (PSM-IU-Els Verds-Esquerra)-Eivissa pel Canvi. Antich proclama que "el mayor responsable del desbarajuste es el PP".

El Gobierno ha logrado aprobar con el voto de Vicens los Presupuestos, con lo que ve el camino despejado para llegar a 2011. Por su parte, el PP, con 30 de 59 escaños, no desea elecciones ahora y augura que la marcha Vicens es "sólo un respiro". El Parlamento "está sometido a la senda de los juzgados", sentencia el portavoz del PP, Francisco Fiol. Seis diputados están imputados: cuatro del PP, uno de UM (María Antònia Munar) y uno del PSOE. Además, está también imputado por corrupción el consejero de Medio Ambiente Miquel Àngel Grimalt (UM).

Los socialistas temen que sectores del Unió Mallorquina desestabilicen el pacto multipartito en el Ayuntamiento de Palma, cuya alcaldesa es Aina Calvo, y en el Consell de Mallorca, que preside Francina Armengol, ambas socialistas. Ni la corporación municipal ni el organismo insular tienen aprobados aún sus presupuestos para 2010, y tanto ese asunto como otros dependen del voto favorable de UM.Este partido ha insistido en que está dispuesto a seguir colaborando con el PSOE y preservar la estabilidad institucional.

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