Un Gobierno frágil y en minoría en Baleares

Francesc Antich logró en 2003 reducir la distancia que le separaba del entonces PP de Jaume Matas. En 2007 se presentó de nuevo y consiguió mejores resultados, aunque no los suficientes para gobernar sin una coalición. 2011 debería ser el año en el que retuviera el gobierno para los socialistas pero las encuestas indican lo contrario.

La implicación del ex presidente balear en el caso Palma Arena, por la que Matas tuvo que pagar una fianza de tres millones de euros para eludir la cárcel, pareció abocar al PP a la pérdida de la confianza de los ciudadanos iniciada dos legislaturas atrás. La ristra de cargos contra el exministro -malversación de caudales públicos, falsedad documental, prevaricación administrativa, fraude a la administración, cohecho, blanqueo de capitales, un delito electoral y otro contra la Hacienda pública- afianzó el pacto del gobierno de coalición de centro-izquierda en el Parlamento insular, liderado por los socialistas con el apoyo de Unión Mallorquina, Bloc per Mallorca y Eivissa pel Canvi.

Pero la corrupción llegó también al seno de Unión Mallorquina y mientras el gobierno de coalición se descalabraba, el PP se recomponía y nombrada como candidato, tras un congreso extraordinario con oponente, a José Ramón Bauzá. La descomposición de Unión Mallorquina, disuelta en febrero, dejó además como consecuencia un frágil gobierno socialista que, desde entonces, gobierna en minoría.

Las encuestas apuntan a que el PP se ha consolidado como alternativa y le otorgan unos resultados que le llevarían a obtener casi el 48% de los votos, lo que se traduciría en 32 o 33 diputados, es decir, obtener al menos tres escaños más que en los anteriores comisiones y, por lo tanto, superar el umbral de la mayoría absoluta. Los sondeos indican además que el PSOE únicamente refrendaría sus últimos resultados mientras que entre los minoritarios solo el Partido Socialista de Menorca-Els verds e Izquierda Unida obtendrían representación parlamentaria.