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El arranque del curso político

El Gobierno hará bandera de su política social para recuperar la iniciativa política

El pleno empleo y la universalización de la educación infantil, objetivos para la próxima legislatura

Luis R. Aizpeolea

La precampaña electoral no espera al final del paréntesis estival. Tras entrevistarse hoy con el Rey en Palma de Mallorca, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dará su primera rueda de prensa desde el 27 de julio. Tras el Consejo de Ministros del viernes, el primero después de las vacaciones, el sábado participará en un mitin en Galicia, y el sábado siguiente acudirá a la fiesta minera de Rodiezmo (León). Zapatero intentará retomar la iniciativa política con medidas de carácter social, al hilo del programa electoral que coordina el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera. El pleno empleo y la universalización de la educación infantil hasta los tres años son dos de los grandes objetivos del PSOE para la próxima legislatura.

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Zapatero regresa al primer plano de la política con un balance agridulce. Los problemas tradicionales de anteriores veranos, como la inmigración irregular y los incendios forestales, se han reducido notablemente, a pesar de episodios dramáticos, como los 13 inmigrantes muertos ayer o los incendios de Gran Canaria y Tenerife. Pese a que ETA ha anunciado el retorno a la actividad terrorista, la amenaza no se ha consumado por ahora, debido probablemente al acoso policial. "Las Fuerzas de Seguridad del Estado no han bajado la guardia ni un solo minuto", alegan fuentes gubernamentales. Sin embargo, el Ejecutivo se ha encontrado con un problema imprevisto: los apagones y averías derivados del estado obsoleto de las infraestructuras en Cataluña. Un asunto con una vertiente electoral muy delicada para los socialistas, ya que Cataluña es, con Andalucía, su principal granero de votos frente al PP.

- Infraestructuras. Pese al acusado malestar entre los ciudadanos catalanes, el Ejecutivo cree que dispone de tiempo hasta las elecciones generales de marzo para que en Cataluña se visualice el esfuerzo que ha realizado para tratar de superar su déficit en infraestructuras. Confía en que suceda en Cataluña lo mismo que en Madrid con el alcalde del PP, Alberto Ruiz-Gallardón, al que los madrileños le perdonaron en las elecciones municipales las molestias que ocasionaron las obras durante su anterior mandato.

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"Cuando, a fines de año, los catalanes comprueben que el AVE ha llegado a Barcelona y que las obras para los trenes de cercanías han sido útiles, su percepción cambiará", señalan fuentes gubernamentales. En el Ejecutivo están convencidos de que "el PP no puede capitalizar en Cataluña el malestar por las carencias de infraestructuras porque en sus ocho años de Gobierno no hicieron nada y son los principales responsables de ellas".

- Apoyos parlamentarios. El Ejecutivo cree, también, que podrá disponer de apoyos parlamentarios suficientes para sacar adelante las leyes que tiene previsto aprobar antes de disolver las Cortes, a pesar de que durante la reciente comparecencia parlamentaria de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, se constató la deserción de partidos que los han prestado, como ERC, ICV-IU o CiU.

El Gobierno, pese a la dificultad que le supone la cercanía de las elecciones y la consiguiente necesidad de los partidos de marcar distancias, cuenta con que "ninguna fuerza política va a querer alinearse con el PP". En el debate de presupuestos, pronostican fuentes socialistas, "habrá abstenciones, pero no enmiendas a la totalidad", más allá de la del PP, que ningún otro partido respaldará. Por el mismo motivo, las mismas fuentes confían en ver aprobados proyectos como la Ley de Memoria Histórica, los derechos y deberes de miembros de la Guardia Civil, la Ley del Cine o la de Desarrollo Rural.

- Iniciativas sociales. El Gobierno mantiene el objetivo anunciado por Zapatero, a comienzos de julio, de aprovechar los meses que quedan hasta las elecciones generales para retomar la iniciativa política con la visualización de medidas sociales y la movilización de su electorado en torno a un programa en el que los objetivos sociales serán prioritarios.

El Ejecutivo tratará en los próximos meses de fijar el debate político en su agenda social y cree que el PP seguirá intentando moverse en el terreno de la crítica a la política antiterrorista, pese a que se le reduzca cada vez más su margen de maniobra.

- Pleno empleo y escolaridad infantil.

El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, que coordina el programa electoral del PSOE, se ha marcado entre sus principales objetivos para la próxima legislatura el pleno empleo y la universalización de la enseñanza infantil hasta los tres años. El Gobierno quiere lograr la escolaridad infantil total -ahora sólo se cubre el 25% de las necesidades- con un procedimiento similar al aplicado en la Ley de Dependencia. "Pretendemos un gran acuerdo social y político, y con las comunidades autónomas, de apoyo a las familias, reconocimiento de nuevos derechos y que sirva para vertebrar al conjunto de España", señala Caldera. El ministro precisa que "el objetivo no es la gratuidad, sino la disponibilidad de plazas a precio asequible, con financiación de todas las administraciones".

Caldera vincula este objetivo con el del pleno empleo, "que puede materializarse en un plazo de entre cuatro y ocho años si el crecimiento económico se mantiene, como señalan las previsiones".

El principal problema del empleo en España es su desequilibrio geográfico. Hay cuatro comunidades autónomas con pleno empleo masculino -los expertos consideran que hay pleno empleo hasta con un 4% de paro-, mientras que Extremadura y Andalucía triplican ese porcentaje de paro.

El paro se concentra, además, en personas que abandonaron el mercado laboral hace muchos años -en muchos casos, mujeres a causa de su matrimonio- y con una cualificación laboral muy baja. "El Gobierno pretende movilizar a esa población pasiva a través de políticas activas de empleo", señala Caldera.

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