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Zapatero carga contra Rajoy por sostener el "disparate irresponsable" de Mayor Oreja

"El presidente del PP soy yo", ha asegurado el líder conservador para zanjar las posturas encontradas en su partido sobre la acusación de connivencia entre el Gobierno y ETA

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha descalificado duramente las afirmaciones del eurodiputado popular Jaime Mayor Oreja, que le había acusado de negociar con la organización terrorista ETA con fines electorales. Es "inaceptable", "irresponsable", "un disparate" y "mentira", ha dicho hoy en la rueda de prensa previa a la cumbre europea que comienza esta tarde en Bruselas. Zapatero ha elevado el tiro, en cualquier caso, tachando de irresponsable al líder del Partido Popular, Mariano Rajoy por no haber desautorizado a Mayor, lo que le parece "absolutamente improcedente".

Para Zapatero, las declaraciones de Mayor son "impropias del debate político en democracia". "Lo que me preocupa es que esa declaración busque provocar fisuras en la unidad de la lucha antiterrorista, en un momento en que ha avanzado tanto y tiene logros tan positivos". El presidente ha asegurado que Rajoy "sabe perfectamente que lo que ha dicho el señor Oreja es un gran disparate, además de una mentira y una irresponsabilidad", y por eso "espera que pase del ni 'sí ni no', del 'no sé no contesto', 'quizá', a una posición de responsabilidad y compromiso".

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En cambio, ha agradecido "la posición" del líder del PP en el País Vasco, Antonio Basagoiti, que desautorizó (como también lo ha hecho la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal) las palabras de Mayor.

Sin embargo, ante el guirigay de declaraciones contrapuestas, algunas dentro de su propio partido, Rajoy ha afirmado hoy, poco antes de la intervención de Zapatero: "El presidente del partido soy yo". Es decir, ha descalificado las posiciones críticas hacia Mayor Oreja y ha dejado claro que la que representa al PP es la que él mismo manifestó el miércoles en Santander, mucho más comprensiva hacia el ex ministro del Interior.

El eurodiputado conservador aseguró el martes que el Gobierno sigue negociando con ETA, y se valdrá de ella para obtener réditos electorales. Estas palabras cogieron a contrapié a su partido, que sostiene a los socialistas en el Gobierno vasco mediante un pacto estable.

La primera reacción de su partido, esa misma mañana, fue dubitativa. Hasta siete veces evitó desautorizarle la portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, haciendo equilibrios dialécticos ante la insistencia de los periodistas. Ese día, Rajoy y la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, optaron por regatear directamente a los periodistas.

Sin embargo, el presidente del PP en el País Vasco, Antonio Basagoiti, intentó blindarse ante estas especulaciones: "Yo me tengo que guiar por los hechos, y los hechos son que, a día de hoy, en el pacto que tenemos con el PSE-EE y lo que se ve en política nacional, se está en la derrota de ETA".

El estilo excesivo de Mayor Oreja siempre causa incomodidad a su partido, pero tanto Rajoy como Cospedal han alimentado en los últimos días las sospechas de que el Gobierno pudiera estar allanando una salida política a Batasuna ante la proximidad de las elecciones municipales de 2011. En cualquier caso, Mayor Oreja no se arredró: ayer se reafirmaba "absolutamente" en sus palabras.

Un rato después, Cospedal negaba que su partido tuviera "pruebas fehacientes" de que el Gobierno esté negociando con ETA. Admitiendo que Mayor Oreja había ido "más allá" de la postura de su formación, dejó claro que ésta "es la del PP vasco".

Esa misma tarde, Rajoy hablaba al fin: "Yo creo que el señor Mayor Oreja tiene un profundo conocimiento de la materia antiterrorista. Ha sido un extraordinario ministro del Interior y, por lo tanto, hay que escucharle, y yo, en estas materias, le escucho". En la misma línea, pero aún más claro, se pronunciaba después el ex presidente José María Aznar: "Hasta ahora el señor Mayor Oreja ha tenido razón en lo que ha dicho". Palabras, por cierto, muy similares a las de la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre.

¿Cuál es entonces la postura del PP? ¿La de Basagoiti y Cospedal? ¿La de Mayor Oreja? Preguntado por los periodistas al respecto, hoy Rajoy ha querido dejarlo claro: la suya, en concreto la que exponen sus palabras del miércoles. A Mayor Oreja se le escucha en el PP cuando habla de política antiterrorista.

Quiso agregar en cualquier caso que es normal que en un partido "haya gente que vaya más lejos que otra", para no dejar a los pies de sus caballos a ninguno de sus dirigentes. Rajoy hizo estas declaraciones en una conversación informal con los periodistas a su llegada a Bruselas, donde participa en la reunión del Partido Popular Europeo previa a la cumbre que se inicia hoy.

Para zanjar la cuestión, añadió que esta polémica "es un tema pasado" que se diluirá durante las fiestas de Semana Santa. A tenor de las palabras de Zapatero, quedan aún bastantes frases por decir hasta entonces.

Contra "la barra libre" del déficit público

Rajoy quiso poner el énfasis en la cuestión que divide a Europa en estos días: ¿Debe la UE salir al rescate de Grecia? El líder conservador se alineó con las tesis de la canciller alemana, Ángela Merkel; apostó porque una intervención del FMI, pero sólo "en casos excepcionales" para evitar la sensación de que hay "barra libre" para un incremento desaforado del crédito público.

En su opinión, la crisis griega es consencuencia de una incorrecta política de gasto público, que ha hecho extensiva al Gobierno español: "Esto pasa por saltarse el pacto de Estabilidad, lo que nunca debió hacerse y al que hay que volver cuanto antes".

Rajoy tenía previsto proponer a sus colegas europeos una resolución sobre Cuba para mantener la posición común de 1996, impulsada por Aznar. Éstas son sus apuestas: que se invite a los disidentes a la celebración de las respectivas fiestas nacionales en las embajadas europeas en La Habana; que se exija a las autoridades cubanas la entrada en sus prisiones del Comité Interionacional de la Cruz Roja y del relator de Naciones Unidas sobre la tortura; y el acceso sin restricciones de los cubanos a Internet.

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