El Gobierno promete ayudas para las víctimas del fuego en La Palma
Ni una sola víctima se quedará sin protección. Es el mensaje que lanzó ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a su llegada a la isla de La Palma, donde las llamas han arrasado ya más de 2.500 hectáreas. Lo más traumático de la tragedia ecológica ha sido, sin embargo, la pérdida de centenares de viviendas en el vértice sur de la isla, en los municipios de Mazo y Fuencaliente.
Zapatero, que recorrió la zona afectada en compañía del presidente canario, Paulino Rivero, la presidenta del Cabildo, Guadalupe González Taño, y autoridades y mandos de las brigadas de extinción, sumaba al Gobierno central con su mensaje a las ayudas anunciadas ayer mismo por Paulino Rivero, de financiar el alquiler de viviendas a todas las familias que hubieran tenido que abandonar sus hogares hasta que puedan regresar a ellos.
Una segunda línea de ayudas financiará hasta 8.500 euros por enseres devorados por las llamas. Para salir adelante, la presidenta del Cabildo de La Palma también anunció ayudas de emergencia social de 300 euros por persona. Paulino Rivero insistió ante el presidente Zapatero en la necesidad y urgencia de instalar en la comunidad canaria una base permanente con todos los elementos mecánicos que se consideren necesarios, como hidroaviones de gran capacidad y helicópteros.
Altas llamas
Siguiendo el capricho del viento, las llamas han regresado a la zona de origen y, por el momento, no han avanzado hacia el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente. El fuego ha vuelto a zonas como Tigalate, Montes de la Luna y Los Canarios. Las llamas aquí son altas, el humo intenso, como una gigantesca fogata. Más de 800 efectivos que integran los equipos de extinción siguen confiando en la colada volcánica natural en la zona de la Ermita de Santa Cecilia, para que el fuego no pase a El Paso y, por tanto, camine libremente hacia la Caldera de Taburiente.
Las imágenes del municipio de Fuencaliente rodeado por las llamas son dantescas y se han grabado en la mente de la población de la isla y de todo el archipiélago, que vive entre el miedo y la incertidumbre de lo que ocurriría la noche de este domingo, cuando el parte meteorológico prevé un descenso considerable de las temperaturas, lo que facilitaría la labor de las brigadas terrestres. La extensión afectada hasta anoche es de unas 2.100 hectáreas.
