Hallados varios kilos de explosivo en un piso de Guipúzcoa relacionado con los presuntos etarras detenidos
La Guardia Civil desarticula el nuevo 'comando Donosti' con el arresto de ocho personas
El Ministerio del Interior ha confirmado esta noche el hallazgo de una maleta con explosivos en un trastero próximo a una vivienda de Andoain (Guipúzcoa). Fuentes de ese departamento han informado del hallazgo, aunque han descartado que, junto a los explosivos, la Guardia Civil hubiera encontrado "lapas" y detonadores para fabricar bombas como han informado otras fuentes de la lucha antiterrorista. La maleta contenía componentes suficientes para elaborar cloratita, explosivo utilizado por la banda terrorista para la comisión de atentados. La Guardia Civil ha hallado concretamente en esa maleta clorato potásico, azufre, azúcar, nitrato amónico, un puñado de detonadores, ocho temporizadores, ocho metros de cordón detonante y algunas herramientas. Las mismas fuentes han indicado que estos materiales "estarían muy probablemente destinados a la fabricación de cloratita", con la que ETA ha elaborado la mayoría de sus artefactos explosivos, y que es una mezcla de clorato sódico con azufre y azúcar y resulta muy potente.
El hallazgo es consecuencia de los registros efectuados tras la detención en el País Vasco y Navarra de ocho presuntos etarras que formarían el nuevo comando Donosti de ETA, que aún no había empezado a actuar. El arresto principal es el del presunto responsable de este grupo, José Ángel Lerín Sánchez, un liberado (a sueldo de la banda) que portaba un arma en el momento de su detención. Según la Cadena SER, el arma intervenida sería una de las 350 pistolas que ETA robó el pasado mes de septiembre en el sur de Francia. Los otros siete detenidos, cinco hombres y dos mujeres, son presuntos miembros legales de ETA, es decir, que no estaban fichados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y residían libremente en el País Vasco.
Lerín Sánchez ya fue arrestado por delitos de violencia callejera y condenado en 1993 a más de tres años de prisión por agredir a un policía nacional en el transcurso de una manifestación que tuvo lugar el 4 de abril de 1992 en la plaza del Castillo de Pamplona. Según la sentencia dictada entonces, Lerín Sánchez reconoció al funcionario, perteneciente al grupo de Información, y comenzó a gritar "éste es policía, es madero", por lo que tanto él como otras personas se abalanzaron sobre el agente y le propinaron numerosos golpes y patadas en la cara y en el resto del cuerpo. Tras ser condenado, ingresó en prisión en 1994 y, una vez cumplida la pena, salió en libertad en febrero de 1996, de acuerdo con fuentes de Instituciones Penitenciarias. El presunto etarra se encontraba huido desde 2005, según fuentes de la lucha antiterrorista.
En San Sebastián ha sido detenido Juan Carlos Herrador Pousa, de 39 años, a quien según el colectivo de apoyo a los presos de ETA Askatasuna la Guardia Civil arrestó a las 14.15 horas en la herriko taberna del barrio del Antiguo de la capital donostiarra. Otro de los presuntos legales, Endika Zinkunegi Zubizarreta, natural de la localidad guipuzcoana de Usurbil, ha sido capturado en Oyón (Álava), mientras que el donostiarra Iñigo Orúe lo ha sido en Idiazabal (Guipúzcoa), y Arkatiz Agote, Julián Larrañaga e Itziar Agirre han sido detenidos en la provincia de Guipúzcoa. Por último, Lorea Irigoyen ha sido arrestada por la Guardia Civil en la localidad navarra de Uharte-Arakil, según la información aportada por Askatasuna.
Preparado para actuar
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se ha limitado a informar de que son ocho los arrestados por el momento en esta operación, que continúa abierta, motivo por el que ha señalado que no le "dejan" ofrecer más datos sobre las detenciones. Fuentes de la lucha antiterrorista han explicado que los arrestados estaban recomponiendo el comando Donosti, pero que la Guardia Civil lo ha desarticulado antes de que comenzara a actuar. Las mismas fuentes han indicado que este grupo no había preparado aún ningún atentado.
El comando Donosti, llamado así por tener en la provincia de Guipúzcoa uno de sus principales ámbitos de actuación, ha sido prácticamente tantas veces desarticulado como reconstituido. Las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado lo consideran el buque insignia de ETA, por ser uno de sus comandos más activos y sangrientos.
