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El Gobierno detuvo la salida de armas para Irak cinco días después de la invasión de Kuwait

Miguel González

El Gobierno paralizó la exportación de varias partidas de armas españolas, que ya estaban listas para salir hacia Irak, tras la invasión de Kuwait. El 7 de agosto, un día después de que el Consejo de Seguridad de la ONU decretara un embargo comercial total al régimen iraquí, el Gobierno suspendió la vigencia de todas las licencias de exportación de armas previamente concedidas. Entre las partidas paralizadas en España figuraban 1.500 espoletas de la firma Explosivos Alaveses (Expal) y parte de un cargamento de 500 vasos de munición de grueso calibre fabricados por Trebelan.

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El control del embargo en origen

El Gobierno español levantó en diciembre de 1988 el embargo sobre la venta de armas a Irak e Irán decretado en enero de 1983, más de dos años después del inicio de la guerra entre los dos países. En una reciente respuesta parlamentaria al diputado popular Luis Ramallo, el Gobierno asegura que la única venta de armamento español con destino a Irak autorizada durante el periodo de embargo consistió en repuestos para 24 helicópteros BO-155, cuya exportación se produjo en 1984. Dichos helicópteros, de origen alemán, fueron montados en Getafe (Madrid) por la empresa Construcciones Aeronaúticas S.A. (CASA) y vendidos a Bagdad por 4.700 millones de pesetas, al precio actual, en base a una licencia de 1979.Sin embargo, según el Sipri (Instituto de Investigación Internacional de la Paz de Estocolmo), el suministro de armas españolas a Irak no se interrumpió en ningún momento y alcanzó un valor de 11.500 millones de pesetas en el periodo 1983-87. Al año siguiente, 1988, se detectaron cuatro cargamentos ilegales de armas para Bagdad en sendos buques que zarparon de los puertos de Barcelona y Santander con destino oficial a Jordania y Grecia

Durante toda la guerra irano-iraquí, Jordania actuó de intermediaria para la adquisición de armamento por parte de Irak, como Siria y Libia lo hicieron para Irán. En el actual conflicto, para evitar que se repita esta situación, el Gobierno ha decidido ampliar a Jordania el embargo de armas decretado contra Irak, con el consiguiente perjuicio para empresas españolas como CASA, que tienen en el reino hachemí a uno de sus clientes tradicionales.

Respuesta parlamentaria

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La respuesta parlamentaria remitida a Ramallo no da ningún dato sobre el comercio de armamento con Irak entre enero de 1989 y agosto de 1990, siguiendo la política tradicional del Gobierno de negar al Parlamento toda información sobre estos temas. En fuentes del sector se asegura, no obstante, que numerosas empresas españolas aprovecharon la nueva situación para legalizar y ampliar anteriores suministros, ya que, pese al alto el fuego con Irán, la demanda iraquí no dió muestras de decrecer.

Entre los empresas que reemprendieron abiertamente su comercio con Bagdad se encuentran las dos afectadas por la retirada de las licencias de exportación decidida por el Gobierno el 7 de agosto pasado. Trebelan suministró al régimen iraquí los vehículos articulados sobre ruedas en los que van montados los temibles cañones Al-Fao, de 210/53 milímetros de calibre y 60 kilómetros de alcance, capaces de disparar proyectiles cargados con armamento químico. Algunos de estos vehículos fueron trasladados a Bagdad en un avión de transporte soviético Antonov 124 que partió de Foronda (Vitoria) el 4 de abril de 1989.

Trebelan obtuvo también licencia para vender a Irak 500 vasos de munición de grueso calibre, tras comprometerse a que salieran de España cargados con explosivo convencional, ya que un informe del Ministerio de Defensa advertía que era posible rellenarlos con sustancias tóxicas. En tomo a la mitad de estos vasos, que aún no habían sido expedidos a Irak, quedaron retenidos en España como consecuencia de la invasión de Kuwait. La operación estaba, al parecer, relacionada con un proyecto para construir en Irak una planta de fabricación de obuses que, tras la crisis sufrida por Trebelan con la salida de su gerente Miguel Galdés, habría sido encargada a la empresa Forjas Extruidas S.A. (Forex), con sede en Vitoria, como la anterior.

Por su parte, Expal ha mantenido también una estrecha y prolongada relación con Irak, que ha estado rodeada por la polémica desde que, en enero de 1984, se descubrió que las bombas cargadas con gas mostaza que empleó Sadam Husein contra los iraníes llevaban espoletas fabricadas por la empresa alavesa, ligada al grupo kuwaití Unión Española de Explosivos (UEE). Más recientemente, Expal se ha visto envuelta en el escándalo de la denominada bomba aire-combustible (BEAC), un proyecto de dicha empresa que subvencionó en su día el Ministerio de Defensa y cuya tecnología forma parte actualmente del arsenal de Sadam Husein. Fuentes gubernamentales aseguran que nunca se ha autorizado la exportación de esta bomba, cuya capacidad destructiva afecta principalmente a las personas y en menor medida a instalaciones e ingenios militares.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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