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IU se plantea cambiar de nombre tras su refundación

Pablo Ximénez de Sandoval

Los dirigentes implicados en el proceso de refundación de Izquierda Unida no descartan que la formación pudiera incluso cambiar de nombre antes de las elecciones de 2012. Así se aseguró ayer desde su dirección durante el debate y aprobación de un documento de trabajo titulado "Llamamiento a la izquierda". El texto pide "un nuevo programa, una formación política de nuevo tipo" que integre a toda la izquierda que no está en IU.

Tras un año y medio de trabajo, el pistoletazo de salida de esta refundación será la asamblea que se celebrará el próximo sábado 26 en Madrid, que la cúpula de IU espera que sea multitudinaria. Para ello, el responsable de dirigir este proceso, Enrique de Santiago, aseguró ayer que se están buscando fórmulas para que dentro de un orden puedan asistir y participar ciudadanos a título particular, sin necesidad de que sean delegados o miembros de la formación, ya que han recibido peticiones en este sentido.

El cambio de nombre dependerá de lo que salga finalmente de esa refundación. "Esto no es una operación de marketing", advertía ayer el responsable de dirigir el proceso, Enrique de Santiago. "Si de aquí sale un movimiento que cambie IU y trascienda de lo que es ahora, tendrá que visualizarse [con un nuevo nombre]". Pero el cambio deberá ser sustancial.

Proceso constituyente

Para empezar, la formación entrará a partir del sábado en un "proceso constituyente", en palabras de Enrique de Santiago, que tratará de "romper los límites de la actual IU". El dirigente explicaba ayer que dejará de haber una "definición ideológica", para pasar a una "definición programática" a la que se puedan sumar multitud de colectivos de izquierda que se sentían excluidos de una formación que se declaraba abierta pero encerraba un áspero debate ideológico. "Es necesario encontrar una forma de relacionarse entre los activistas de izquierda que no convierta la discrepancia en conflicto", plantea De Santiago.

IU reconoce también que el agravamiento de la crisis económica ha ayudado a "despejar dudas" y limar reticencias en cuanto a la necesidad de reconstruir el partido. Ayer, el documento fue aprobado por 25 votos a favor y una abstención. En palabras de De Santiago, "todo el mundo ha llegado a la conclusión de que hay que construir entre todos, más allá de Izquierda Unida".

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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