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Identificada la última fallecida en la tragedia de Castelldefels

El juez que investiga el caso recibe la caja negra de la locomotora

Iuliana O., una mujer de 32 años de nacionalidad rumana, fue identificada ayer como la última víctima mortal de la tragedia ferroviaria ocurrida la noche del pasado día 23 en Castelldefels (Barcelona), en la que murieron 12 personas y 14 resultaron heridas al ser arrolladas por un tren. El Departamento de Justicia de la Generalitat informó ayer que, una semana después del suceso, los forenses habían logrado identificar el último de los cadáveres, que se suma a los de otros siete ecuatorianos, dos colombianos y dos bolivianos fallecidos.

El accidente se produjo cuando un grupo compuesto por unas treinta personas atravesaban la vía para dirigirse a la playa a celebrar la verbena de San Juan. De los 14 heridos, seis permanecen todavía hospitalizados.

El Juzgado de Instrucción número 1 de Gavà, encargado de investigar el siniestro, ha recibido ya la caja negra de la locomotora Alaris que arrolló a las personas que cruzaron la vía. La caja negra revela que, en el momento de producirse el accidente, el tren circulaba a 139 kilómetros por hora. En ese punto del trazado ferroviario, el tren está autorizado a rodar a un máximo de 150 kilómetros por hora. La caja negra entregada al juez también revela que, al aproximarse a la estación, el conductor realizó diversos pitidos para advertir de su paso, tal y como establece la normativa, en contra de lo que declararon algunos testigos de la tragedia, que pudieron no haber escuchado las señales sonoras. El conductor fue sometido después a una prueba de sustancias tóxicas ingeridas, que arrojó un resultado negativo.

Entrega pendiente

El juez no ha autorizado todavía la entrega de los cadáveres a sus familiares ni existe ninguna previsión sobre ello. La Embajada de Ecuador confía en que en una semana se produzca este beneplácito para poder repatriar los cuerpos de las siete personas de esta nacionalidad.

A falta de las conclusiones de las investigaciones abiertas, los responsables políticos han reiterado estos días la primera hipótesis: que la tragedia se produjo por una imprudencia de los viajeros al atravesar las vías, en lugar de utilizar el paso subterráneo de la estación. Según el consejero de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat, Joaquim Nadal, ese paso está preparado para que pudiera pasar por él un gran número de usuarios, y consideró que la "impaciencia" de la gente fue una de las causas del accidente.

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