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Reportaje:LA REFORMA DEL ESTATUTO CATALÁN

Inquietud entre el empresariado catalán

La campaña de boicoteo de productos catalanes por el Estatuto enciende la alarma entre los patronos

"El 70% del excedente de la producción catalana se vende en el resto de España. El descenso en sus ventas enterraría el Estatuto. Campaña un mes sin productos catalanes. ¡Pásalo!".

Mensajes como éste -y algunos mucho menos amables- circulan por toda España. En los móviles, en foros de Internet, en anuncios de periódicos regionales, en correos electrónicos, por carta, en páginas web. E incluso desde la emisora de la Conferencia Episcopal. Todo vale. Con un objetivo de fondo: el rechazo frontal al proyecto de Estatuto catalán.

"Es un ataque en toda regla, por tierra, mar y aire", afirma gráficamente un empresario del sector agroalimentario. El boicoteo planea amenazante sobre las cuentas de resultados de las compañías de gran consumo. Es decir: sobre las marcas más fácilmente identificables con Cataluña. "Uno podría pensar que esta campaña es cosa de cuatro locos radicales, pero creemos que, con el actual clima de crispación política y de enfrentamiento territorial, el peligro de que nos afecte es real", añaden fuentes de una cadena de distribución catalana.

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El efecto 'pásalo'

La campaña ha calado hondo, a pesar de que, según aseguran con vehemencia las patronales y las empresas consultadas de diversos sectores, apenas se han detectado aún indicios de una caída en las ventas. La excepción es el sector cava, que ya vivió el año pasado una afrenta parecida (las ventas cayeron un 10%), a raíz de unas declaraciones del líder de ERC, Josep Lluís Carod, en las que cuestionaba el apoyo de Cataluña a Madrid 2012. Pero, esta vez, el cava es sólo la punta del iceberg.

"Estamos agazapados"

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El temor a que salir a dar la cara con una denuncia pública acabe provocando una mayor radicalización de la campaña explica que la inquietud se barra de puertas para adentro. "Estamos agazapados", comentan en una de las entidades financieras catalanas que han recibido un puñado de cartas amenazando con retirar los depósitos si sale adelante el nuevo Estatuto.

Las patronales sí han dado un paso al frente. Dedo acusador incluido. Antoni Abad, presidente de Cecot -patronal adscrita la CEOE-, señala directamente a las filas del PP y a algunos medios de comunicación. "A los empresarios les preocupa el discurso de algunos medios, pero sobre todo de algunos partidos políticos, como el PP, que han calentado a conciencia la situación con un discurso marcadamente anticatalán. El caldo de cultivo del boicoteo se ha generado con la radicalización del debate político: se está diciendo que desde Cataluña se quiere romper España, y lo que hemos acabado por pensar es que parece que sea al revés", remacha.

"La preocupación existe y es profunda, no tanto porque la campaña de boicot ya esté afectándonos, sino por la posibilidad de que esto vaya a más y sí acabe teniendo un impacto real", confiesan fuentes de la mayor patronal de Cataluña, Fomento del Trabajo. La inquietud, calificada de "difusa" por Fomento, es transversal a todos los sectores.

Entre quienes han aludido al enrarecido clima figura el presidente de La Caixa, Ricard Fornesa. En un discurso reciente -en presencia de la flor y nata del empresariado, del director gerente del FMI, Rodrigo Rato, y del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall-, afirmó: "No tengo más remedio que pensar que es por el origen de la operación [la OPA de Gas Natural sobre Endesa] que se ha producido esta distorsión. Se hablará de victimismo catalán, pero lo cierto es que no tengo que opinar, sólo debo leer. O sea que La Caixa quiere destruir España, literalmente; invertimos porque nos queremos llevar el dinero de todos lados", dijo en referencia a las críticas sobre el origen catalán de la operación, al que no son ajenos algunos pasquines en tono ofensivo que circulan por la red.

Josep Lluís Bonet, presidente de Freixenet, habló también públicamente en la visita del líder del PP, Mariano Rajoy, al corazón de la comarca del Alt Penedès para transmitir un mensaje de apoyo al sector. "Los empresarios catalanes, y no sólo del cava, se han encontrado en medio de un fuego cruzado que provoca una gran inquietud", dijo.

Frente a los pesos pesados con mayor capacidad exportadora, son las pequeñas bodegas las que más aseguran acusar un descenso de las ventas en el resto de España. "Los empresarios hubiéramos querido una tramitación rápida del Estatuto, que evitara la coincidencia de los debates políticos con la campaña de Navidad", señala el presidente de una bodega.

Uno de los factores que ha incidido en la campaña es la carta que algunos empresarios firmaron a finales del pasado agosto en favor de que todos los partidos -los que gobiernan Cataluña y los que están en la oposición (CiU y PP)- hicieran un esfuerzo para conseguir cerrar un acuerdo sobre el Estatuto.

Petición empresarial

Los firmantes exigieron un acuerdo que zanjara los debates y que el texto se atuviera a los principios constitucionales. La carta fue previa a la aprobación del texto por parte del Parlamento catalán, con casi un 90% de los votos. La misiva "no fue un apoyo rotundo al Estatuto que salió de la Cámara, en el que pueden detectarse peligros en potencia sobre la unidad de mercado, pero a algunos les interesa presentar así las cosas para hacer daño", se queja uno de ellos.

Entre quienes firmaron o se adhirieron a la carta figuran Jordi Carulla (Agrolimen), Adriana Casademont (Casademont), Narcís Serra (Caixa Catalunya), Joan Uriach (Laboratorios Uriach), Isidre Fainé (La Caixa), Joan Rosell (Fomento), Josep Oliu (Banc Sabadell), Miquel Valls (Cámara de Comercio), Jordi Canals (IESE), Javier Godó (La Vanguardia) y José Manuel Lara, presidente del Círculo de Economía y propietario del grupo de editorial y de comunicación Planeta.

El propio Lara atribuyó el pasado jueves el hecho de que su empresa figure en la campaña a la firma de este manifiesto. Lara asegura que no ha detectado "síntomas" de que el boicoteo tenga impacto, aunque matiza que "Planeta no es una marca representativa, ya que no se asocia tanto a Cataluña". El presidente del Círculo apela a la "responsabilidad del consumidor, mayor de lo que a veces podemos pensar".

El presidente de La Caixa, Ricard Fornesa (izquierda), y Pasqual Maragall.
El presidente de La Caixa, Ricard Fornesa (izquierda), y Pasqual Maragall.JOAN SÁNCHEZ

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