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Interior traslada a Otegi a la cárcel de Logroño

El dirigente 'abertzale' no vuelve a Madrid tras visitar a su padre enfermo

Mónica Ceberio Belaza

De Madrid a Logroño pasando por San Sebastián. Arnaldo Otegi, ex portavoz de Batasuna y preso preventivo desde octubre de 2009 -acusado de intentar reconstruir a la ilegalizada Batasuna a través de una nueva estructura llamada Bateragune y con otra causa abierta por la supuesta financiación de ETA a través de las herriko tabernas- ha sido acercado al norte en dos fases.

Su primer destino en prisión fue Navalcarnero (Madrid), donde pasó seis meses. El 16 de abril la Audiencia Nacional le dio permiso para ser trasladado un fin de semana a Martutene (Guipúzcoa) para visitar a su padre, enfermo. Pero de Martutene no volvió a Navalcarnero. El fin de semana se alargó y se quedó en la cárcel vasca casi tres semanas. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguraba el miércoles tras una conferencia en la Universidad Carlos III de Madrid que Otegi no se iba a quedar en Martutene. Y, efectivamente, ayer fue trasladado de nuevo, pero no a Navalcarnero, sino a Logroño (La Rioja); una decisión de Instituciones Penitenciarias.

En Logroño sólo hay, por el momento, tres presos de la banda terrorista ETA y del entorno abertzale: José Ramón Martínez de la Fuente (miembro del comando Nafarroa en los 80; detenido en Francia en 1985 y acercado hace un tiempo a Villabona, Asturias); Txomin Sola Torres (colaborador del comando Nafarroa en los noventa) y Garikoitz Pascual Mureta (detenido en 2007).

Las cárceles y el colectivo de presos se han convertido en uno de los grandes objetivos de la lucha antiterrorista. Y Arnaldo Otegi, junto al dirigente de la izquierda abertzale Rufi Etxeberria -en libertad desde el pasado septiembre tras dos años en prisión preventiva- y el secretario general del sindicato LAB, Rafael Díez Usabiaga -en libertad desde el pasado 26 de abril, cuando el juez Garzón le dejó en libertad bajo fianza para que pueda cuidar de su madre enferma-, son las tres personas que podrían arrastrar a una parte de los presos en un proceso político de ruptura con el terrorismo.

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Sobre la firma

Mónica Ceberio Belaza
Reportera y coordinadora de proyectos especiales. Ex directora adjunta de EL PAÍS. Especializada en temas sociales, contó en exclusiva los encuentros entre presos de ETA y sus víctimas. Premio Ortega y Gasset 2014 por 'En la calle, una historia de desahucios' y del Ministerio de Igualdad en 2009 por la serie sobre trata ‘La esclavitud invisible’.

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