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Los Reyes presidieron ayer en El Ferrol la botadura del portaeronaves 'Principe de Asturias'

Los Reyes de España y su hijo el príncipe Felipe, presidieron en la tarde de ayer en El Ferrol la botadura del portaeronaves Príncipe de Asturias, futuro buque insignia de la flota española y primero de esas características que se construye en nuestro país. Actuó como madrina la reina doña Sofía, quien lanzó la tradicional botella de vino espumoso contra el casco de la nave. A la ceremonia asistieron también el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo y numerosas autoridades civiles y militares.

Los Reyes de España y el Príncipe de Asturias llegaron poco después de las 16.30 horas al lugar, en uno de los diques de la Empresa Nacional Bazán, donde se encontraba el portaeronaves. Fueron recibidos con aplausos por los centenares de personas que asistieron al acto. Tras escuchar el himno nacional, el arzobispo de Santiago de Compostela rezó una oración y bendijo el barco. A continuación, la Reina lanzó la botella de espumoso contra el casco del Príncipe de Asturias, y el buque comenzó a deslizarse por la rampa de botadura hasta quedar flotando en el mar.Los Reyes habían llegado a las 13.15 horas a la base naval de La Graña, a bordo de dos helicópteros, uno de los cuales era pilotado por el propio don Juan, Carlos. Junto al Monarca viajaron en este aparato el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, y el presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, teniente general Alvaro Lacalle Leloup.

En otro helicóptero viajaron la reina Sofía, el príncipe Felipe, y la esposa del presidente del Gobierno, Pilar Ibáñez. La familia real fue recibida por el ministro de Defensa, Alberto Oliart, el jefe del Estado Mayor de la Armada, almirante Saturnino Suanzes, y el capitán general de la Zona Marítima del Cantábrico.

Tras escuchar el himno nacional, interpretado por la banda de música del Tercio Norte de Infanteria de Marina, el. Rey, que vestía uniforme de capitán general de la Armada, pasó revista a la compañía que le rendía honores, y saludó a las autoridades y personalidades que le esperaban, entre ellas su padre, don Juan de Borbón, conde de Barcelona, el presidente del Congreso, Landelino Lavilla, el presidente del Senado, Cecilio Valverde, los vicepresidentes del Gobierno, Rodolfo Martín Villa y Juan Antonio García Díez, el delegado del Gobierno en Galicia, Domingo García Sabell, el presidente de la Junta de Galicia, Gerardo Fernández Albor, y otras personalidades.

A continuación, los Reyes presidieron el desfile de la compañía que les rindió honores y embarcaron en el yate Azor, a bordo del cual pasaron revista a nueve buques de la flota, con el portahelicópteros Dédalo como buque insignia. Tras desembarcar en el arsenal militar y visitar el club de oficiales, los Reyes asistieron a un almuerzo ofrecido por el jefe del Estado Mayor de la Armada.

Los Reyes de España habían viajado por la mañana desde Madrid, a bordo de un avión de la Fuerza Aérea Española, que salió del aeropuerto de Madrid-Barajas con casi tres horas de retraso, debido a las malas condiciones climatológicas y de visibilidad existentes en el aeropuerto de Santiago de Compostela, punto de destino del vuelo.

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