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"Josu, 'contá' conmigo"

Bielsa decidió apostar por ir a San Mamés y se dedicó con pasión a estudiarlo todo

Suena el teléfono. Son las 12 de la noche, hora española. "Josu, soy Marcelo", dice Bielsa. "¿Qué tal?", responde Urrutia. El ahora presidente del Athletic se prepara para una larga charla, "porque con Marcelo las charlas siempre son largas". El técnico argentino se pensaba la oferta realizada por el entonces candidato. "Hablamos y hablamos", recuerda Urrutia, "y de pronto me dice si me parece que Aurtenetxe es más lateral o central. A la una de la mañana, de golpe y porrazo". "Mire usted, yo estoy dándole vueltas al ofrecimiento y tengo un asunto que para mí es vital", comenta Bielsa. A Urrutia le tiembla el teléfono. Algún problema de última hora, piensa. "Yo quería pedirle un favor importantísimo para mí... Usted, por favor, ¿podría darme un par de días más para decidir?". Respira el candidato. "Claro, lo importante es que tú lo tengas claro", responde Urrutia.

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Suena el teléfono otra vez. "Josu, soy Marcelo. Mira, creo que estoy anclado en la parálisis por análisis. Así que se acabó. Acepto, contá conmigo". Ahí empezó todo. Urrutia respiró aliviado. No era una baza electoral, sino argumental. El excentrocampista del Athletic siempre creyó que un técnico argentino hubiera venido bien para el Athletic en alguna fase de su trayectoria. Siempre lamentó que ningún argentino le entrenara. Ahora, como presidente, cumplirá esa sensación de que con Bielsa, en este caso, el Athletic puede dar "un paso adelante".

Será el retorno de El Loco a la Liga española, que apenas pisó en una turbulenta relación con el Espanyol: seis partidos en la temporada 1998-99. Fue su única experiencia en Europa. "Eso es verdad. No voy a negar mi currículo, pero también sé que he desarrollado durante 15 años una metodología para estudiar al rival y me he dado cuenta de que todo tiene un límite".

Bielsa, de 55 años, dio su palabra y la cumplió a pesar de las ofertas que llegaron del Inter y de la selección de Estados Unidos, entre otras. Le ilusionaba la idea de entrenar a un equipo "donde el compromiso está asegurado". "San Mamés resuena de forma significativa", explica. El Loco se puso a trabajar, buscó vídeos, analizó estadísticas, nombres, sistemas, "hasta la fisonomía". "Para que cuando me den la mano sepa de quién se trata", asegura. Estudió también al segundo equipo, a los jugadores cedidos y a los posibles refuerzos. "Contá conmigo", dijo rotundo, quizás recordando los tiempos de Newell's Old Boys, "un equipo similar en su filosofía al Athletic, por cuanto también defendía y se nutría de su cantera", y al que hizo campeón de la Liga argentina durante dos años.

A esa cantera, Marcelo Bielsa se entregó en cuerpo y alma, acompañado en primera instancia por Grifa, el principal cazatalentos del fútbol argentino. Bielsa, en su pasión, cuadriculó Argentina en algo parecido a comarcas y fue informándose de los talentos juveniles. Utilizaba los puestos de correos para informarse sobre los entendidos del fútbol, a los que fue visitando uno por uno para que le hablaran de posibles talentos. Ahí se forjó El Loco, ahí encontró a Pochettino en una historia surrealista, ahí conoció la Argentina profunda, ahí se forjó el Newell's campeón. Ahora Bilbao le atrae con la confianza de que el juego sea el trámite para forjar la ilusión, con la confianza en los veteranos comprometidos y en los jóvenes atrevidos. Para el exseleccionador de Argentina y de Chile será su gran desafío.

Marcelo Bielsa, durante un encuentro de la selección de Chile.
Marcelo Bielsa, durante un encuentro de la selección de Chile.

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