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De Juana alega para evitar ser extraditado que sufre estrés

Un psiquiatra sostiene que el etarra fue torturado y padece depresión

Un psiquiatra británico sostuvo ayer en el tribunal de Belfast que el etarra Iñaki de Juana Chaos, reclamado por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco por un supuesto delito de enaltecimiento del terrorismo, no debería ser extraditado porque sus 21 años en prisión le han dejado estrés postraumático, depresión y agotamiento. Adrian Grounds, psiquiatra forense del Hospital Mental de Cambridgeshire y Peterborough, es especialista en salud mental en las prisiones y coautor de un estudio sobre los efectos de la prisión en presos republicanos norirlandeses.

La posible influencia de su testimonio pareció quedar disminuida después de que, a preguntas del fiscal, admitiera que De Juana está en condiciones de ser procesado en Reino Unido y que no tiene motivos para pensar que en España no fuera a recibir asistencia psiquiátrica correcta. El doctor Grounds fue convocado a declarar por la defensa de De Juana, pero aseguró que su testimonio era imparcial y que no pretendía defender al reo.

En la última vista del caso, que termina hoy y cuyo fallo se hará público en una o dos semanas, el defensor del etarra, Edward Fitzgerald, sostuvo que no debería ser extraditado porque las acusaciones se basan en lo que publicó un periódico. "Le apuesto a su señoría que nunca ha tenido un caso basado en una información de prensa", dijo.

Riesgo de suicidio

Además, en su opinión, se trata de un caso político porque el juez español actuó a instancias de las víctimas de ETA en un momento de gran polémica. De Juana, que había cumplido de acuerdo con la ley 18 años de cárcel por 25 asesinatos, fue condenado a otros tres años por escribir artículos amenazadores, se puso en huelga de hambre y -cuando la tregua de ETA ya había sido rota de hecho pero no oficialmente- el Gobierno le concedió la prisión atenuada en un hospital vasco. Al quedar libre en agosto de 2008, escribió supuestamente una carta enalteciendo a dirigentes etarras, y eso es lo que motivó la acción del juez Velasco.

Asimismo, el defensor consideró que De Juana corre el riesgo de suicidarse si vuelve a prisión y el juez español ya ha declarado que no le va a conceder la libertad condicional. El psiquiatra concluyó, tras entrevistar a De Juana dos veces, que no tiene dudas de que sus denuncias de torturas al ser detenido en 1987 y en prisión son ciertas. El fiscal, Stephen Ritchie, argumentó que no se pueden cuestionar las garantías del sistema judicial en España, y subrayó que las últimas denuncias de malos tratos de De Juana fueron en 1997 y que el juez ha de decidir en función de la situación actual.

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